Auspiciado por organismos internacionales y con la intención de interrelacionar los paisajes se acciona en fincas forestales y porcinas hacia zonas de Bamburanao y Guamuhaya
Un total de 18 fincas, entre forestales y porcinas, ubicadas en áreas serranas de Guamuhaya y Bamburanao, en la provincia espirituana, forman parte del proyecto internacional Conectando Paisajes, auspiciado por el Fondo de Medio Ambiente Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual se ejecuta en cuatro regiones montañosas de Cuba con el objetivo de lograr una integración paisajística y la preservación de la biodiversidad.
El especialista Osmany Ceballo Melendres, coordinador del proyecto en Sancti Spíritus, explicó que la idea surge a partir de tres proyectos anteriores y que el mismo cuenta con un fuerte respaldo financiero a cargo de esos organismos y el Estado, con la ejecución directa de los trabajos en los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de la Agricultura.
Detalla la fuente que se trata de conectar esos paisajes montañosos que tienen biodiversidad —relacionada casi toda con las áreas protegidas— a partir de nuevas vías como las fincas forestales, priorizando la vegetación autóctona y además incrementar la biodiversidad nativa cubana para proteger esas áreas, consideradas puntos frágiles en el ecosistema cubano.
Añadió también que el proyecto — con alcance hasta el año 2022— incluye lugares serranos de los municipios de Trinidad, Sancti Spíritus, Fomento y Yaguajay, y dedica espacio a la educación ambiental de las poblaciones residentes en todas esas zonas.
Entre los pasos a seguir en lo adelante se encuentra el ordenamiento ambiental de las regiones especiales de Bamburanao y Gumuhaya, en virtud de prever en materia de ecología y uso del suelo todo lo que pueda ocurrir en el presente y en el futuro para avanzar hacia un paisaje sostenible como parte del modelo cubano de protección ambiental.
“La idea esencial es definir que tipo de vegetación lleva cada terreno sobre la base de que se pueda cambiar hacia el futuro esa explotación y tenga una sostenibilidad. Además regularía que donde exista un uso que esté provocando erosión habría que cambiarlo”, subrayó el especialista.
Como parte del proyecto se trabaja también en las montañas de Bamburanao, Yaguajay, en cuatro fincas forestales, dos pertenecientes a la empresa agroforestal del territorio y las otras en terrenos de campesinos individuales, en las que se emprenderán estudios específicos de especies de aves, a la vez que se persigue que los resultados puedan servir como experiencias de conectividad paisajística para otros lugares.
Además de las 14 fincas integrales forestales —10 en Guamuhaya y cuatro en Bamburanao— el proyecto abarca otras cuatro porcinas en Yaguajay, en busca de una producción más limpia con el empleo de la energía renovable.
“Cuando se monta un biodigestor y ese gas solo lo usa una familia, prácticamente sobra y hay que quemarlo, entonces el proyecto sugiere que en vez de quemarlo se transporte hacia lugares cercanos donde se pueda hacer un uso social, para que se revierta en la calidad de vida de la comunidad. En el caso de las fincas forestales la idea es beneficiar ese entorno y preservarlo”, comentó Ceballo Melendres.
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