Los miembros de la bancada de Nicaragua en el Parlamento Centroamericano expresaron su profundo dolor por el fallecimiento del sacerdote y excanciller Miguel D»Escoto
El padre Miguel, teólogo, intelectual, caminó junto a su pueblo en los caminos de la recuperación de la dignidad, ha partido hacia otro plano de vida, heredándonos un legado de amor, de esperanza y sueños hechos realidad, expresa una nota luctuosa del Parlacen subsede Nicaragua.
La valiosa enseñanza que ofreció al pueblo nicaragüense -agrega- permanecerá viva en todos los que hoy lamentan su partida física.
D’Escoto, quien nació el 5 de febrero de 1933 en Los Angeles, Estados Unidos, falleció este jueves a los 84 años tras una larga enfermedad.
La noticia, que generó consternación y pesar en el país, fue dada a conocer por la vicepresidenta, Rosario Murillo, a través de los medios de comunicación.
Esta tarde, luego de un exitoso procedimiento de recuperación de su salud, y de manera inesperada, el padre Miguel se despidió de todos nosotros y pasó a acompañarnos en el cumplimiento de las aspiraciones y los sueños de nuestro pueblo, recoge una nota de prensa del gobierno leída por Murillo.
Sandinista, militante, intelectual, comunicador, teólogo, figura irrepetible de esta Revolución nuestra, vivió por los humildes, y caminó con los pobres del mundo, subraya.
‘Un mundo mejor, un mundo de amor, es posible, inaplazable, imprescindible…! Ese fue el lema de Miguel, padre, misionero, canciller excepcional, compañero, patriota, nicaragüense’, expresa.
Igualmente desataca que asumió plenamente hasta sus últimos minutos el compromiso de batallar sin cansancio, sin cobardías, sin dobleces, por ese mundo y esa Nicaragua que desean los nicaragüenses.
Conocido aquí como el canciller de la dignidad nacional, D’Escoto también presidió la Asamblea General de Naciones Unidas entre 2008 y 2009.
Fue considerado como un amigo entrañable de los pueblos del mundo, al defender temas cruciales para la humanidad como la paz, la seguridad, el desarrollo, la lucha contra el hambre y la pobreza.
Igualmente defendió en todas las tribunas a la Revolución Sandinista, la dignidad de Nicaragua, y apoyó causas como la liberación de los cinco antiterroristas cubanos y la independencia de Puerto Rico.
Asimismo, llamó a la refundación de las Naciones Unidas y promovió el respeto a la Madre Tierra, entre otras causas justa que respaldó.
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