Cuba está en elecciones generales para seleccionar a los delegados a las asambleas municipales, provinciales y los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular
Desde ahora y hasta el 24 de febrero del 2018 Cuba está en elecciones generales para seleccionar a los delegados a las asambleas municipales, los delegados a las asambleas provinciales y los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular para el próximo período de mandato.
Una vez más los cubanos son convocados a las urnas en un país donde votar no es problema, sino un derecho automático y gratuito de los ciudadanos al llegar a los 16 años, a diferencia de muchas naciones, donde la mayoría de los electores no saben quiénes tienen derecho a votar, quiénes votaron, ni por quién lo hicieron.
Las elecciones para los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular se efectuarán el 22 de octubre del 2017 en primera vuelta, y el 29 de octubre habrá una segunda oportunidad en aquellas circunscripciones donde ninguno de los candidatos hubiere obtenido más del 50 por ciento de los votos válidos emitidos.
A diferencia de lo que sucede en las parciales, más adelante, en otras fechas que se determinarán en su momento, se efectuarán las elecciones para votar por los delegados a las asambleas provinciales y a los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, por el término de cinco años.
Ya en posesión de sus cargos los miembros de la Comisión Electoral Nacional (CEN), órgano que dicta y establece las normas que rigen todo el plebiscito, el engranaje de la maquinaria electoral se ha puesto en marcha y el lunes 19 de junio quedarán constituidas en todo el país las Comisiones Electorales Provinciales (CEP), que entre otras funciones organizan y dirigen el proceso a esa instancia, conforme a lo dispuesto. A seguidas, el 20 de junio, quedarán también conformadas las Comisiones Electorales Municipales y más adelante el resto de las autoridades que garantizan, de oficio, la legalidad de todo el proceso.
A partir de ahora cada paso demostrará lo mejor de la democracia cubana; que es la participación del pueblo en las grandes decisiones de la Revolución, algo que no tiene antecedentes en ningún lugar del mundo y resulta en sí la base del Sistema Electoral de la isla, cuestionado e imperfecto, pero sin duda entre los más justos.
Será un proceso eleccionario diferente en relación con las anteriores legislaturas porque por primera vez el domingo 22 de octubre no asomará en el Colegio Electoral No.1, de la Zona 13, Circunscripción 13, del municipio Plaza de la Revolución en la capital, el elector más esperado a lo largo de los 40 años de existencia de los órganos de Gobierno.
Una nostalgia bien alejada de la preocupación, porque si un legado dejó el Comandante en Jefe es que formó un pueblo acostumbrado a votar de una forma diferente al resto del mundo, que tiene voz y participan en los procesos y la toma de decisiones, amén de que es consultado para casi todo y tiene en sus manos la posibilidad de elegir cada cinco años a los integrantes del Parlamento.
También en esta oportunidad una generación más joven estará al frente de los destinos del país y, por lo tanto, esto implicará una alta responsabilidad para preservar el protagonismo legado por la generación histórica liderada por Fidel y dispuesta, como siempre, a apostar por la Revolución y no renunciar a la conseguido en materia de beneficio social a lo largo de más de 50 años, y al propio tiempo mantener un modelo autóctono, cubano y legítimo.
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