Una veintena de piezas evidencian la obra creativa de Luisa María Serrano (Lichi) en sus 50 años de vida artística
Un recorrido ascendente hacia la madurez de una artista que poco a poco se consolidó en el panorama de las artes visuales espirituanas devela la exposición Persistencia, que se exhibe en la sala Fayad Jamís de la sede del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), en Sancti Spíritus.
Bajo el pretexto de celebrar, su cumpleaños 70 y el aniversario 50 de su carrera artística, Luisa María Serrano, Lichi, muestra todo su mundo interior en una veintena de piezas marcadas por dos tendencias: el dibujo y el tapiz.
Títulos de los primeros como El Castillo; Ni un sí, ni un no; La silla; El grito y Dos mujeres fin de siglo interrogan sobre temáticas problematizadoras de su entorno, en ocasiones asuntos que rompen con su contexto. Por ello, ha sido considerada revolucionaria para su época, sobre todo al cuestionar el papel predestinado a la mujer como ama de casa.
Por otra parte, los tapices reflejan una visualidad con predominio de colores, entretejidos acertadamente para ajustar la relación figura-fondo y, de esa forma, presentar micromundos intimistas y biográficos.
Lichi también obsequia en esta exposición muestras de su paso por la prensa espirituana, sobre todo en ejemplares del suplemento cultural Vitrales, de este periódico.
Persistencia, título que la propia creadora considera muy acertado por ser fiel a sus concepciones durante tantos años de creación, estará expuesta en la galería de la sede del Comité Provincial de la Uneac, en Sancti Spíritus, durante todo el mes de octubre.
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