En medio de una serie de protestas ciudadanas y renuncias de altos funcionarios y parlamentarios causada por el perdón a Fujimori, Aráoz y el ministro de Justicia, Enrique Mendoza, defendieron este miércoles la controvertida medida.
Ambos ofrecieron una conferencia de prensa con el objetivo de convencer a los medios de que el perdón al exgobernante (1990-2000) no fue, como muchos creen, producto de una negociación política con el fujimorismo, que tiene mayoría parlamentaria.
‘Algunos ministros han dado un paso al costado, no quisiera pasar sin agradecerles. Siempre es una difícil decisión’, dijo la premier tras la dimisión del ministro de Cultura, Salvador del Solar, sin mencionar otros nombres.
Antes del indulto dimitió el ministro del Interior, Carlos Basombrío, en cuyo reemplazo asumió este miércoles el ex jefe de la policía Vicente Romero, en una ceremonia en la que no estuvo el influyente ministro de Defensa, Jorge Nieto, otro posible renunciante.
Aráoz dijo que el presidente, Pedro Pablo Kuczynski, la ratificó en el cargo y no mencionó plazos para una posible recomposición mayor del gabinete ministerial.
Sobre la dimisión del consejero presidencial Máximo San Román, quien había pedido públicamente cambiar a Aráoz, ella respondió que el Jefe de Estado decidió cesar al consultor antes de que este presentara su carta de renuncia.
En torno a la indignación de los familiares de las víctimas de dos matanzas por las que fue condenado Fujimori como autor mediato, la premier buscará el diálogo con ellos, para asistir y acompañar a quienes se sintieron ‘defraudadas por la decisión difícil y dolorosa del Presidente’.
Por su parte, los familiares pidieron la nulidad del indulto por razones jurídicas y políticas y criticaron al mandatario por no recibirlos para escuchar sus criterios sobre el indulto, pese a que se lo pidieron durante meses.
‘Queremos la reconciliación, queremos un país en paz, un país que honestamente vea que el pasado doloroso tiene que comenzarse a curar’, agregó la premier.
El ministro de Justicia, por su parte, negó irregularidades en el proceso y dictado del indulto señalados por juristas, activistas humanitarios y comentaristas de prensa
Admitió que la gracia fue tramitada con celeridad inusual y alegó que esta es una norma de su gestión, recientemente iniciada, aunque la familia de un preso de 28 años, denunció que este murió en prisión porque le fue negado el indulto humanitario como el otorgado a Fujimori, pese a que sufría de tuberculosis terminal.
El jurista Roger Rodríguez, quien por discrepar con el indulto renunció a la dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, aseguró que el indulto fue tramitado en 13 días, menos de la mitad del tiempo que lleva el de un preso enfermo terminal.
Rodríguez añadió que todos los pedidos anteriores de indultos por males recurrentes en personas de la tercera edad como Fujimori, fueron rechazados, por no ser dolencias de extrema gravedad.
‘No hay cuestiones ocultas, hay una serie de coincidencias, es correcto, pero no cuestiones para levantar u ocultar’, afirmó Mendoza ante los cuestionamientos de la prensa.
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