Centenares de personas protestaron en Nueva York contra las políticas del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien viajó a esa urbe después de pasar el día en la Casa Blanca
Toda la semana anterior, el mandatario estuvo en su residencia privada de Bedminster, Nueva Jersey, debido a trabajos de reparación en la mansión ejecutiva.
Los manifestantes se reunieron en las inmediaciones de la Torre Trump, donde vivía el gobernante antes de su llegada al poder el 20 de enero último.
El edificio está protegido por barreras metálicas, numerosos policías con armas largas, y agentes del Servicio Secreto, entidad encargada de la seguridad del jefe de Estado.
Nueva York te odia y No Trump, no KKK (Ku Klux Klan) vociferaron los presentes en alusión en el último caso a los violentos hechos de dos días atrás en la ciudad de Charlottesville, Virginia.
También diversas pancartas expusieron mensajes como No a la guerra, Sin justicia no hay paz, Cambiaremos a Trump por 10 mil refugiados y No aceptamos a un Estados Unidos fascista, entre otros.
De acuerdo con reportes de prensa, protestas similares están previstas para los próximos días, cuando Trump se acerca a cumplir siete meses en el cargo.
Eso es lo bonito de la democracia, que uno puede ir a la calle y manifestarse contra las políticas del Presidente si no está de acuerdo.
Seguro que son muchos los que le apoyan, pero ni estos ni el gobierno impiden que quien lo desee se manifieste libremente sin miedo a ser perseguido, procesado e incluso, encarcelado por el solo hecho de no estar de acuerdo con las políticas del Presidente de los Estados Unidos. Esta noticia solo me provoca un profundo suspiro.