Afirma Isi Veitia Coba, joven del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Sancti Spíritus, quien ha merecido varios reconocimientos por su quehacer científico
Todavía Isi Veitia Coba se recuerda mochila al hombro por más de 500 kilómetros para llegar a su natal Quemadito, en el municipio de Fomento, en una trayectoria nacida desde Santiago de Cuba. Viaje que se concretaba solo algunas veces en cada curso escolar durante sus estudios de Licenciatura en Biología en la Universidad de Oriente.
“Imagínate que muchas veces llegaba a las dos de la mañana a Sancti Spíritus y debía esperar hasta que amaneciera para salir en el primer carro para la casa”.
¿Cómo empleaba el tiempo libre?
“A mí me encanta esa ciudad a pesar del tremendo calor que hay. La observación me fascina, iba con un grupo a La Gran Piedra y a cualquier lugar cercano en el que viera animales y plantas, con proyectos vinculados a Bioeco —Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad—. Hasta subí junto a otros compañeros una vez al Pico Turquino por el acceso desde el campismo La Mula”.
Constancia fotográfica de ese momento no existió. “Lo que sí reconozco es lo genial de la experiencia y ver en la cima un busto del Apóstol”.
La joven de 33 años admite su temor ante cámaras y otros medios periodísticos, sin embargo, siente una comodidad infinita detrás de un microscopio, en donde ni corta ni perezosa hace gala de sus conocimientos, esos que germinaron con más fuerza mucho antes de la etapa universitaria, con el tesón del profe Luis Mario en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Eusebio Olivera.
Graduación en 2007, ¿veía el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Sancti Spíritus como el lugar para iniciar la vida laboral?
Desde que empecé las prácticas las hice aquí, y también mi tesis y finalmente fue mi ubicación. Agradezco a todos por la acogida, a aquellos que peinan canas por cada una de las enseñanzas.
Con tres sellos Forjadores del Futuro entregados por las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) y dos premios provinciales de Innovación Tecnológica, ¿se considera una joven con experiencia en el área científica?
“No lo creo, solo es una pequeñísima parte de lo que puedo aportar, este trabajo es de mucha gente y no solo mío. Aquí se desempeñan farmacéuticos, microbiólogos, bioquímicos, biólogos, físicos, ingenieros químicos, licenciados en química, ingenieros industriales, tecnólogos de la Salud, además de todo un personal administrativo”.
La joven lleva en sus espaldas más responsabilidad de lo que parece, fue Secretaria del Comité de Base de la Unión de Jóvenes Comunistas en el centro por cuatro años, además de ser presidenta de base de las BTJ. Recientemente integró el Consejo Provincial del movimiento juvenil.
Con su bata blanca desanda de aquí para allá, trabaja lo mismo en la planta de producción de reactivos biológicos, en el laboratorio de anticuerpos monoclonales; que en la de diagnosticadores, como responsable de información. Para ella conjugación, preparación, etiquetado… son palabras comunes, así como proteínas recombinantes NS3 c33c y gp120H.
¿Por qué no buscar el reconocimiento en otros centros científicos, por ejemplo, de La Habana?
“Siempre me ha gustado el trabajo en el CIGB. Me satisface que una parte de nuestra labor le pueda ayudar a la gente, por ejemplo, con el caso de la detección temprana del embarazo con el diagnosticador HeberFast Line® MaterniTest II. Uno sabe que su responsabilidad tiene un objetivo concreto”.
Cuenta con publicaciones científicas en Biotecnología aplicada y Redvet —Revista Electrónica de Veterinaria—, y ha participado en eventos científicos como Biotecnología Habana, Conferencia Internacional Yayabociencia y Congreso Internacional de Investigación, Desarrollo e Innovación Tecnológica en la Industria Farmacéutica.
¿Es muy exigente?
Soy exigente con la calidad de los productos, me parece que trabajo y trabajo y estos resultados no son solo por mi esfuerzo, hay un colectivo de autores detrás.
¿Le han hecho alguna pregunta que la dejara sin ofrecer una respuesta?
Miles. La ciencia es muy amplia. Aquí los Fórums de Ciencia y Técnica son buenos porque la gente dice: “Esto es mejor así” y cada quien aporta lo que sabe.
Mientras está fuera de aquí, ¿sigue pensando en el CIGB?
Yo me levanto temprano, dejo a la niña en el círculo y a las ocho menos cuarto estoy aquí, y hasta las cinco de la tarde. Mi horario es para trabajar, no para estar en otras cosas. Cuando llego a la casa es para dedicar el tiempo a la familia, a mi hija sobre todo.
Los niños son curiosos, ¿cómo le explica a la pequeña dónde labora?
Liz Lauren tiene cuatro años y siempre le digo que mami trabaja cerca de Ciencias Médicas para que ella entienda. A veces pasamos por aquí y dice: “Mira, mira” y señala el lugar.
Y el regreso a Santiago, al menos de visita…
Desde que me gradué no he ido más, hace un tiempo atrás tenía pasaje para ir con mi esposo e hija, pero empezó a temblar la tierra y al final no fuimos. Es una deuda que tengo.
Isi ya es Máster en Ciencias desde 2012, ¿cuándo se decide para el doctorado?
No es tan sencillo, quisiera tener mucho más tiempo para estudiar. El doctorado mío ahora es con mi hija, eso es más difícil.
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