La investigación propone armonizar las instalaciones con el lugar, realzar el paisaje y aplicar medidas de fitomejoramiento a ambos lados del Circuito Sur
Una sugerencia de la perspectiva paisajística de cómo ordenar la carretera Trinidad-Cienfuegos en un contexto ambiental a fin de potenciar ese entorno de alto interés turístico define la esencia de los recientes estudios realizados en ese vial por especialistas del Centro de Servicios Ambientales (CSA) y de Planificación Física en la provincia.
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Esteban Acosta Rodríguez, investigador del Grupo de Estudios Ambientales del CSA del territorio, perteneciente el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), declaró a Escambray que entre las propuestas del levantamiento están armonizar las instalaciones con el lugar, realzar el paisaje en algunas zonas y aplicar medidas de fitomejoramiento a ambos lados del Circuito Sur
Los especialistas espirituanos trabajaron en el trazado perteneciente al territorio entre Trinidad y Cabagán —14 kilómetros—; mientras el tramo cienfueguero fue asumido por Planificación Física en la vecina provincia.
Néstor Álvarez Cruz, director de la Unidad de Medio Ambiente en Sancti Spíritus, expuso que al Ministerio de Turismo le interesó hacer un estudio de paisaje en esa carretera pegada al mar que desde su construcción a mediados del pasado siglo revela la intención de servir de corredor turístico entre ambas ciudades y en una zona de muchos atractivos naturales.
“Está construida en una costa acantilada alta, donde no llega la inundación del mar, y se persigue a través de medidas prácticas devolverle la originalidad a ese litoral, por eso la propuesta indica que vegetación colocar en cada tramo de acuerdo con la fitogeografía, incluidos árboles aislados que armonicen con la visual, porque hoy prácticamente no hay vista al mar en buena parte de la carretera”, comentó Álvarez Cruz.
Se trata, dijo, de darle ese sentido de corredor turístico, lo que implicaría instalaciones de servicio, armonizar el paisaje a ambos lados del vial, acondicionar pequeñas playas que existen dentro de los arrecifes, las que son del agrado de visitantes nacionales y extranjeros que buscan la tranquilidad que ofrece ese Circuito Sur, escoltado por el mar y la montaña en buena parte del trazado y con una extensión superior a los 80 kilómetros.
Estudios de esta envergadura no reportan antecedentes en carreteras espirituanas, de ahí la idea de extenderlos también a la arteria Trinidad-Sancti Spíritus, que atraviesa en un segmento el Valle de los Ingenios, sitio declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Precisa Néstor Álvarez que, si bien el Citma dará el apoyo científico a la hora de instrumentar las propuestas, la ejecución directa de las acciones corresponderá al Gobierno, el Mintur y Vialidad, entre otros organismos relacionados con el entorno, a la vez que será necesario armonizar las estrategias de trabajo entre las dos provincias en aras de no perder la coherencia paisajística que se sugiere.
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