Alcaldesa de San Juan reclamó al presidente de Estados Unidos que aplace por una década el pago de la deuda pública de Puerto Rico
La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, reclamó este lunes al presidente de Estados Unidos que aplace por una década el pago de la deuda pública de Puerto Rico.
La petición la hizo Cruz Soto a las puertas de la llegada este martes al mediodía del mandatario estadounidense en una visita relámpago después de la devastación causada hace trece días por el huracán María en esta isla del Caribe de 3,5 millones de habitantes bajo la dominación colonial de la nación norteña.
La visita de Trump a Puerto Rico está matizada por su disputa vía Twitter con la alcaldesa de San Juan, que acaparó los medios de comunicación estadounidenses e internacionales en medio de la crisis ocasionada por el ciclón el miércoles de la semana pasada.
La primera ejecutiva de la ciudad capital no quiere, sin embargo, quedarse anclada en esta controversia, por lo que reclama al presidente norteamericano una moratoria de ‘por lo menos diez años para nosotros poder levantarnos’ de la deuda pública de sobre 73 mil millones de dólares que tiene Puerto Rico.
‘Que se condone la deuda sería lo más aceptable, pero hay que ser realista: cuando se tiene una deuda uno quiere que se le pague alguito y por lo menos hay que delinear esos términos para que la otra generación no tenga que trabajar con los mismos problemas’, expresó Cruz Soto entrevistada por la agencia puertorriqueña Inter News Service (INS).
La alcaldesa también considera que la junta de control fiscal le devuelva al municipio los 175 millones de dólares que le quitó este año fiscal y deje en suspenso los que se propone quitar el próximo año, por los servicios esenciales que está prestando el municipio a sus más de 350 mil habitantes.
‘Si estos no son servicios esenciales los que estamos dando, entonces yo no sé la definición de servicios esenciales’, dijo en medio de una intensa actividad para atender las necesidades de distintos sectores de San Juan y hasta de otros municipios a los que brinda apoyo.
Cruz Soto considera que la suspensión por diez días de las leyes de cabotaje de Estados Unidos no es suficiente en medio de la devastación que ha sufrido el país caribeño y la necesidad de recibir ayuda de otras naciones.
‘Yo entiendo a los amigos de los sindicatos marítimos porque ellos también tienen que comer, pero podemos llegar a un acuerdo de que algunos productos necesarios para la construcción del país ‒como la gasolina y el diésel‒ puedan llegar de otros puertos para que el costo de vida baje y el costo de reconstrucción baje’, estableció.
Cruz Soto opinó que antes de reconstruir el país hay que repensarlo para, por ejemplo, dejar de poner postes con ‘guindalejos de un lado a otro’, porque si no podemos enterrar los cables del tendido eléctrico, vamos a ponerlos solares.
Respecto a si se propone recibir al presidente Trump en el aeropuerto militar en Carolina, aclaró que ‘a mí no me han invitado y yo no voy donde no me invitan’.
Aclaró que mañana tiene un día ajetreado, ‘donde voy a ir a las partes más remotas de San Juan y seguir con lo que estoy haciendo todos los días’.
Consideró que se trata de un extraordinario uso de mi tiempo porque el objetivo es salvar vidas en las poblaciones más necesitadas de San Juan.
Cruz Soto espera que la visita del mandatario estadounidense, ‘más que una oportunidad publicitaria para lavar su imagen de lo que el mundo conoce es un mal manejo de una crisis y en vez de venir a insultar otra vez a los puertorriqueños, que tome esta oportunidad para conocernos, para saber de nuestra valentía, para saber de nuestro valor, para saber que nuestra dignidad no está a la venta’.
La alcaldesa de San Juan insistió en que Trump debe darse cuenta que estamos hablando de una situación de vida o muerte y del imperativo moral de una nación de ayudar a otra.
‘Eso no se ve desde un helicóptero, eso se ve tocando a la gente sin haberla programado, sin que le hayan escogido las personas con quienes va hablar. Yo estoy segura que el Servicio Secreto tiene la capacidad de bajar a un sitio y asegurar ese perímetro para que el presidente (Trump) pueda tocar a los puertorriqueños y pueda ver el dolor, la ansiedad y la desesperación en sus ojos’, recalcó Cruz Soto.
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