Según medios de prensa, la noticia fue recibida con vítores de los diputados de la Asamblea bicameral en Harare.
Desde el martes de la semana pasada, fuerzas militares ocuparon el país para preservar la revolución en esa nación de África Austral y acabar con lo que denominaron fuerzas criminales que rodeaban al jefe de Estado de 93 años, cuya esposa había usurpado paulatinamente el Poder Ejecutivo para promoverse como futura líder del país.
La intervención pacífica de los militares fue recibida con beneplácito tanto por el gobernante partido Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (Zanu-PF) como por la Asociación de Veteranos de Guerra.
El Zanu-PF destituyó el domingo al mandatario de su cargo de primer secretario de la organización y nombró en esa posición al exvicepresidente Emmerson Mnangagwana, quien había sido expulsado el 6 de noviembre por Mugabe.
El partido de gobierno pidió a Mugabe que presentara su renuncia y le dio un plazo hasta el mediodía del lunes, antes de iniciar el análisis de una moción de desconfianza en su contra.
En igual sentido se pronunció la Asociación de Veteranos, que convocó una manifestación masiva el sábado para solidarizarse con los militares.
Sin embargo, en un discurso ante las cámaras de la televisión el domingo en la noche, Mugabe admitió que existían problemas en el país por los errores del Zanu-PF, pero no habló de su separación como primer secretario de la organización ni hizo mención alguna a su posible renuncia al cargo.
Por el contrario, se refirió a asuntos administrativos y a proyectos futuros del gobierno para enfrentar la crisis económica.
La actitud de Mugabe fue interpretada como un desafío a los reclamos populares para que abandonara el poder y la situación se complicó por las crecientes manifestaciones públicas.
Mugabe era el último gobernante en ejercicio del bloque de países de la llamada Línea del Frente, formada además de Zimbabwe, por Angola, Botswana, Mozambique, Tanzania y Zambia, que sirvió de apoyo a los combatientes antiapartheid en Sudáfrica y al movimiento para la independencia de Namibia.
La noticia se ajusta a la verdad. Lo unico que no dice PL es que Mugabe era «profundamente racista». Me alegra enormemente que lo hayan retirado del poder y asi se abre un abanico de mejoras en todos los campos de ese hermano pais: el 90% de la poblacion esta desempleada; el nivel de inflacion es altisimo; el valor de la moneda es casi nulo y encima tienen sanciones internacionales.