La devolución, lo más urgente posible, de la Sala de Agudos de Psiquiatría del Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos a sus funciones habituales. Tal es el reclamo de la lectora Rosa Aida González Hidalgo, residente en la calle Tello Sánchez No. 13 A, entre Rosario y Maceo, en la ciudad de Sancti Spíritus, quien alude a los contratiempos derivados de la supresión de ese servicio desde mediados de septiembre del pasado año.
De acuerdo con las averiguaciones de este órgano de prensa, dicho local fue designado, a partir del 12 de septiembre del 2016, para acoger a embarazadas, debido a un incremento del alto riesgo obstétrico en gestantes y de los nacimientos en territorio provincial. Sin embargo, lo que se anunció como una decisión coyuntural que no se extendería por largo tiempo se ha dilatado por más de cuatro meses, y aunque los beneficios del Programa Materno Infantil son palpables, hay otro con afectaciones reales: el de los pacientes que requieren ser ingresados en la citada sala.
En su argumentación, la remitente hacía referencia al elevado número de personas que a partir de aquella fecha llegan al Cuerpo de Guardia de la especialidad. Los hay —apuntaba— que pueden resolver con un tratamiento eventual, pero otros requieren ingreso y se constituyen en un serio problema para la familia y a veces hasta para la sociedad, sin hablar del deterioro mismo de su salud. En la propia misiva, se preguntaba si no resulta suficiente el incremento de las capacidades en los hogares maternos del territorio y en otras salas del hospital que han sido destinadas a la atención a mujeres grávidas.
La especialista en Psiquiatría Alina Padrón Fernando, jefa del Grupo Provincial de la especialidad y del servicio correspondiente en el Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos, apuntó que, ciertamente, se han producido afectaciones en la atención a pacientes por esa causa, ya que quienes no requieren de ingreso en el Psiquiátrico de Cabaiguán, pero sí demandan una estadía hospitalaria más breve —en la Sala de Agudos no excede de entre 30 y 45 días—, se han visto privados de esa posibilidad.
“Esto rompe con lo orientado a nivel nacional y mundial de disminuir los números de camas de hospitales psiquiátricos y reinsertar a los pacientes a la sociedad. De acuerdo con el flujograma habitual, la atención comienza en los Centros Comunitarios de Salud Mental a través del médico de la familia, luego continúa en las salas de Agudos o Unidades de Intervención en Crisis y después en el Hospital Psiquiátrico, para un retorno a la comunidad, como regla”, explicó.
Tras agregar que en esa sala ingresan cada año entre 240 y 250 pacientes de Psiquiatría, a los que se unen otros 50 o más con problemas de adicciones (fundamentalmente aquejados de alcoholismo), la doctora significó la tendencia del mundo actual, de la que Cuba no escapa, al incremento de las enfermedades depresivas. Dicho padecimiento, considerado como la enfermedad del siglo XXI, trae consigo, dijo, conductas que derivan en un alza de los pacientes con trastornos psiquiátricos.
“Dentro del hospital general tiene lugar la atención multidisciplinaria de los enfermos que la necesitan. A veces esas interconsultas nuestras, digamos con Neurología o con Endocrinología, resultan decisivas para realizar exámenes especializados que permiten descartar o confirmar trastornos no psiquiátricos y encauzar debidamente los tratamientos”, añadió.
A Escambray le consta que además de Rosa Aida otras personas en la provincia comparten idéntica inquietud. Una sala cuyos servicios fueron paralizados por casi un año para mejorar su situación constructiva —reabrió en enero del 2016— y elevar el confort, y que cedió, además, 12 de sus 28 camas a fines priorizados dentro del centro, debería reasumir las funciones que le son inherentes.
Las declaraciones del doctor Miguel Antonio Oviedo Jiménez, director en funciones del Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos, infunden esperanza: “No queremos ni nos hemos propuesto prescindir del servicio de Psiquiatría en nuestra institución”. El ajetreo habitual allí retornará, remarcó, una vez sorteadas las circunstancias que llevaron a cambiar sus funciones.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.