Santos: Somos más los colombianos que queremos vivir en paz

Colombia es una sociedad traumatizada. Hay muchas personas traumatizadas que prefieren vivir en guerra que vivir en paz. Pero somos muchos más los colombianos que queremos vivir en paz, expresó este miércoles el mandatario.

Colombia tiene una enfermedad mental que solamente le permite ver las noticias malas y no apreciar las buenas, reiteró en concordancia con las opiniones de un reconocido experto en psiquiatría trascendidas este miércoles a la opinión pública.

Las declaraciones del jefe de Estado tuvieron lugar en el departamento de Tolima, en una ceremonia de entrega de 100 hectáreas de tierras a familias campesinas de esa zona del país.

En la ocasión Santos insistió en la necesidad de ‘unirnos, dejar de pelear, dejar de odiarnos, dejar de matarnos’, en la misma línea de pensamiento de su mensaje de Navidad, en el que instó a desactivar los odios en el país.

Indicó que también un psicólogo de Harvard le comentó sobre la ‘enfermedad de los colombianos’.

Relató que le vaticinó que su empeño en la construcción de la paz le iba a costar muchísimo ‘porque la gente no va a apreciar, inclusive algo que parecería lógico, que es mejor vivir en paz que vivir en guerra’.

‘Cuando firme la paz y comience el posconflicto, el problema suyo, el desafío grande, no va a ser económico, ni social, ni político, va a ser psicológico’, le dijo el psicólogo a Santos, quien subrayó hoy que el único camino es seguir mostrando los resultados positivos de la firma de la paz.

Según el presidente de la Asociación de Psiquiatría de América Latina, Rodrigo Córdoba, citado por el presidente, Colombia es un país alexitímico; es decir, incapaz de leer las cosas positivas y valorarlas.

Yo detecto en los colombianos esa alexitimia; esa incapacidad de sentir, de vivir, de gozar y de reconocer logros tan importantes como la paz, señaló el experto en psiquiatría.

Estimó que es un fenómeno que prevalece en muchas personas: poco afecto, poco entusiasmo, poco sentimiento y hasta cierto desdén.

Consideró Córdoba que en un país en paz, con tantas posibilidades, no se debe seguir viviendo con un espejo retrovisor.

Se trata en definitiva, concluyó, de que seamos menos intolerantes, menos intransigentes y capaces de entender mucho más a los demás.