Si tenemos en cuenta que en estos momentos en la provincia están afectadas 36 fuentes de abasto de agua total o parcialmente —20 más que en igual fecha del año anterior— y que desde mayo del 2012 no llueve lo suficiente como para que los embalses escurran, no es difícil comprender que la sequía aprieta el zapato en tierras espirituanas.
Según Maideé Ponces de León García, Jefa del Despacho de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, 29 asentamientos del territorio que agrupan una población de alrededor de 62 550 habitantes —en enero del 2016 eran 8 745— presentaban afectaciones serias en el servicio del preciado líquido, de ahí que tengan reducido el horario de bombeo por zonas, o se les entregue el agua en pipas en un ciclo entre 7 y 15 días.
Añadió la especialista que por municipios el panorama más tenso se localiza en Trinidad, porque sus fuentes subterráneas se deprimen cada día más, a tal punto que en estos momentos San Juan de Letrán aporta apenas 35 litros por segundo, cuando su caudal normal es de 110 litros por segundo, además de que las baterías de pozos que se encargan del abasto a la ciudad están en estado deplorable.
Ponces de León dijo que actualmente la entrega por redes en el sureño municipio se mantiene cada cinco días como promedio y por zonas, ciclo que pudiera ampliarse en lo adelante para evitar la salinidad del manto freático. En tanto, en las zonas rurales trinitarias el período de entrega de agua en pipas es de 15 días.
Por otra parte, en Fomento la sed también se agudiza al contar con 10 fuentes de abasto afectadas, la mayoría de las cuales encargadas de suministrar el líquido a la cabecera municipal, por tal razón se suministra por las redes en días alternos y en pipas cada 7 jornadas.
Otros sitios con marcada incidencia en la falta del líquido, según la funcionaria de Acueducto, son la cabecera municipal de Jatibonico que de 24 horas de bombeo con que contaba, ahora apenas se puede hacer en nueve, debido a la afectación de la presa Lebrije, y también la zona centro-sur de Sancti Spíritus ante el estado crítico del caudal del río Yayabo.
Comoquiera que lo de la sequía en tierras espirituanas es en serio las autoridades gubernamentales del territorio realizan estudios para reducir las entregas de agua procedentes de los embalses Siguaney y Lebrije, y también se desconectarán de las conductoras aquellos usuarios que ilegalmente utilizan el agua de dichos depósitos.
Asimismo se controlará el uso y destino del líquido que llega a las comunidades y se fiscalizará el gasto de agua en el Combinado Lácteo y en la Industria de Conservas, esta última llamada por fin a darle empleo al pozo de que dispone.
Sequia es verdad que no llueve casi, pero y los salideros que son del mismo acueducto donde los dejas.