El líder Matanzas recibirá a Granma y el campeón defensor, Ciego de Ávila, a Villa Clara, cuando este miércoles arranquen las semifinales del campeonato cubano de béisbol
Tras imponer un récord de 70 victorias en una temporada regular de 90 juegos, Matanzas sale con etiqueta de favorito para ganar su primera corona con ese nombre, pues equipos representativos de esa provincia occidental (Henequeneros y Citricultores) sumaron cinco títulos entre 1970 y 1991.
Los Cocodrilos, que presentaron una nómina sin apenas fisuras en las dos fases de la etapa clasificatoria (con increíble balance de 42 ganados y tres perdidos en la primera), redondearon su ya efectivo cuerpo de tiradores al decidirse por tres lanzadores en la selección de refuerzos de cara a la postemporada.
El ataque de los rojigualdas, encabezado por el trío de lujo que conforman el antesalista Jefferson Delgado, el inicialista William Saavedra y el designado Yordanis Samón, más la velocidad en las bases del patrullero Víctor Víctor Mesa, debe representar un dolor de cabeza para los serpentineros rivales.
Granma no tuvo un desempeño estable en la recta final, en la que dejó escapar el tercer lugar, pero con la incorporación de dos jugadores de cuadro de los mejores de la liga, el torpedero Yordan Manduley y el polivalente Yunior Paumier la novena regular parece tan bateadora como la de Matanzas en el afán de ambos por conquistar un trono inédito.
A ello habrá que sumar la presencia del slugger Alfredo Despaigne, considerado el mejor pelotero de los que juegan en la isla y quien cumplió una destacada actuación con el madero en las Grandes Ligas de Japón.
La rotación de los Alazanes, liderada por el derecho Lázaro Blanco, puntero en carreras limpias (1.43), juegos ganados (14) y lechadas (3), a quien acompañan el experimentado Yoelkis Cruz y el zurdo Leandro Martínez, se reforzó con el también diestro Noelvis Entenza y cuenta con un cerrador de puntería como el internacional Miguel Lahera.
En la otra semifinal, por el contrario, la historia suma cinco títulos de Villa Clara y tres de Ciego de Ávila, triunfador en las dos ediciones precedentes.
Los Tigres irán por su tercer pergamino al hilo con el aval de saber ganar campeonatos y una alineación de probada experiencia en estas fases decisivas, que mejoró sobremanera con la llegada del patrullero central Julio Pablo Martínez y el camarero Dainier Gálvez.
Al derecho Vladimir García, jefe del staff abridor que se completa con Bladimir Baños y Dachel Duquesne, se suma ahora Erlis Casanova, que puede hacer tanto de iniciador como relevista, más Liomil Gonzalez, un novel que destacó en la fase intermedia del juego, y José Ángel García, el cerrador más efectivo del béisbol cubano.
A su leyenda de pentacampeón e integrante del llamado club de los Cuatro Grandes, Villa Clara agrega en esta edición un conjunto bateador, que se fortaleció de cara a los play offs con Frederich Cepeda, uno de los mejores toleteros del béisbol insular en el presente siglo.
Los Azucareros que ya contaban con el concurso del inicialista Alexander Malleta y el todoterreno Michael González sumaron también al torpedero Alexander Ayala, protagonista del mejor regreso al juego durante la temporada regular.
Sin embargo los del centro de Cuba enfrentan la postemporada con interrogantes en el área de la receptoría, ante la lesión de larga data del consagrado Yulexis La Rosa, y hubieran necesitado de un jardinero central de mejores prestaciones ofensivas.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.