La Serie Nacional en su versión 57 parece voltearse en la segunda fase y anuncia cambios bruscos para la hora de los play off
Industriales y Pinar se “desinflan” en segunda fase de 57 SNB
Pero como faltan muchos juegos y tiempo para que lleguemos a la locura de los play off, detengámonos en los compases que secundaron la petición de refuerzos, que suelen cambiar las dinámicas internas en los equipos y hasta su rostro propio.
Lo más llamativo de esta segunda vuelta lo protagonizan dos elencos: Industriales y Pinar del Río. El primero vive un slump mayúsculo, pues, tras liderar con amplitud la primera etapa, su cadena de derrotas en esta segunda es alarmante, al punto de perder no solo la cima, sino casi hasta el carácter.
Muy mal les ha ido a los Leones, envueltos en otro escándalo, este medio oculto: la sanción de su mánager Víctor Mesa hace unos días, la merma de su poderosa ofensiva y la debacle de su pitcheo. Solo dos triunfos en 12 salidas han conseguido los capitalinos, apaleados esta semana por Matanzas.
Hay que decir que al margen de los descosidos que se advierten en su juego interno, los males podían augurarse desde la noche en que Víctor mostró, otra vez, desacierto para pedir sus refuerzos.
Con la manquedad de su staff, muchos se inclinaban por que optara por mejores brazos antes que por nombres como Freddy Asiel, que no está ni por asomo en su mejor campaña o Wilber Pérez, tampoco en un buen momento.
Y, aunque terminó por beneficiar a un espirituano, no se entiende bien su cambio de Urgellés (lesionado) por Orlando Acebey, quien de su tradicional posición de torpedero fue a parar a los jardines en su primera presentación.
La columna vertebral de los Azules, el bateo, anda preñada de hernias con un 222; no obstante, por la ventaja que traían desde los inicios, se mantienen en zona clasificatoria de los cuatro primeros y deben estar en los finales, en parte porque la debacle de los pinareños es mucho mayor.
Pese a que varias encuestas señalaron a Pedro Luis Lazo como el más atinado a la hora de las peticiones, no lo creí desde su predilección por Michel Enríquez, quien está ahí más por fama o por ser “amigo” —tal como reconoció el propio Lazo— que por necesidad del conjunto.
Y lo digo porque su presencia obliga a cambios pujados, como mover a Donald Duarte de su tradicional tercera a segunda, sin descontar lo que en lo sicológico tal trueque puede impactar, pues todo el mundo sabe que Duarte es, por mucho, el líder natural de los pativerdes.
Necesita Pinar sacudirse del espasmo que lo mantiene en zona caliente, rezagado a cuatro partidos de la línea clasificatoria con un 217 de bateo que extraña y un 953 en defensa, el segundo peor de la campaña.
En el reverso de la moneda están Granma y Matanzas. El campeón nacional quiere demostrar que su título no fue un toque eléctrico de ocasión y ha mostrado su casta al punto de ser el mejor en esta segunda vuelta.
Además de que sus refuerzos dieron en el clavo de lo que Carlos Martí considera sus necesidades, la entrada de sus estrellas ausentes le da otro aire y ya ese elenco se anuncia con peligro.
Otro que se levanta es Matanzas que, sin tanto ruido, quiere mostrar la solidez de un equipo capaz de sobreponerse a la ausencia de su principal constructor en los últimos años —Víctor Mesa— y de andar con pies propios, ahora reforzados, más que todo, con sangre de Tigres avileños, acostumbrados a pelear en lides calientes.
Invariable se mantiene Las Tunas, el eléctrico de la campaña, que debe estar por primera vez envuelto en un play off si logra seguir con la estabilidad mostrada en toda la campaña, lo cual le permite liderar con relativa holgura el sexteto en acción, aun cuando muchos dicen que debió escoger mejores refuerzos.
De Artemisa casi todo el mundo esperaba que estuviera a la zaga después de cumplir el gran desafío de clasificarse por encima del subcampeón nacional, lo que demuestra que aunque en papeles no es de los más fuertes, en el terreno sí.
En lo que compete a los refuerzos espirituanos, han mantenido su aporte. Aunque no con el desafuero con que lo hizo en los Gallos, Yunier Mendoza se mantiene bien al bate al punto de seguir liderando los hits y secundando a su coterráneo Cepeda en el liderazgo de los bateadores.
A Frederich no se le puede pedir más; no solo por encabezar el bateo, sino por la fortaleza de sus conexiones, tres de ellas jonrones, y por mantener estable su rendimiento frente a cualquier tipo de lanzador. Acebey, por su parte, tratará de justificar la reciente elección de Víctor y serle útil donde lo ponga.
A la serie le queda el mejor tramo y habrá que estar pendiente de cómo influye en cada conjunto la salida de algunos peloteros para el Torneo Panamericano Sub-23. Mientras, usted vaya decidiendo cuál traje ponerse para la finalísima: si el que le marca la geografía o el que le dicta el corazón.
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