En la Escuela Secundaria Básica Urbana Camilo Cienfuegos, de Yaguajay, se realizan acciones constructivas tras las afectaciones dejadas por el huracán Irma
“Aquello fue infernal, no tuvo nombre”; así Yoerky Michel Delgado Galañena recuerda como si fuera ayer el paso huracanado de Irma de hace dos meses atrás. Y también hace la historia de cuando no había tiempo para el descanso, pues lo primordial era dejar la escuela limpia.
“Se botaron escombros, cartones viejos, gajos, y hasta se buscaron motosierras. Fue todo el barrio, allí no había quien entrara, eso fue sábado, domingo, lunes, martes pega’o”, dice quien es conocido por su segundo nombre en los alrededores.
Su hijo Noyerky Michel, estudiante de en noveno grado, le agradece la cooperación, y espera lo antes posible regresar a la escuela que le queda al caminar una cuadra.
CLASES FUERA DE LA ESBU
Desde el 18 de septiembre el centro mixto Ignacio Agramonte de la propia localidad acoge a los 471 estudiantes de la “Camilo Cienfuegos”, quienes saben que los ventanales de los pisos superiores fueron premios llevados por el ciclón pero que la base material de estudio estuvo a buen resguardo del agua y los vientos.
Jasiel Carballo González, director de la escuela Camilo Cienfuegos, explica a Escambray que el plantel que los acoge tiene dos enseñanzas: preuniversitaria y técnica y profesional, por lo que se ha tomado como estrategia el trabajo en dos sesiones. Noveno grado tiene las asignaturas priorizadas en el horario matinal y las actividades complementarias en la tarde; mientras que los otros dos años lectivos, de manera contraria, para que no se afecten los contenidos.
“Tenemos 50 estudiantes que son de comunidades como Seibabo, Obdulio Morales, Simón Bolívar, Centeno y Siboney que no pueden ir a sus casas hasta el cierre de las actividades del día y tienen asegurada la merienda escolar”, acota Carballo González .
Al frente de la escuela, el joven reconoce las ventajas de estas reparaciones, al garantizar mejor ventilación e iluminación y el incentivo emocional de una imagen rejuvenecida.
DE ARRIBA HACIA ABAJO
El trabajo constructivo inició a mediados de septiembre en el resane de paredes, el cambio de plomería, el repello del cuarto piso y hasta el cambio de luces por lámparas LED, y los posteriores arreglos en el tercero que hoy se acometen.
Con posterioridad corresponden a un cambio de look los otros dos, estrategia que responde de lo más o lo menos afectado y que mientras tanto, los trabajadores de la Dirección Municipal de Educación “aprovechan para vivir en la casa provisional” mientras se termina el local en el que trabajaban que fue totalmente destruido por el ciclón.
Leodany Espinosa Morera, director del ramo en el territorio, comenta que la fundación del centro data de 1978, y con anterioridad se habían mejorado las redes hidrosanitarias y hasta se pintaron paredes. Sin embargo, una reparación de esta envergadura no se había cometido: 52 000 pesos utilizados en la manta impermeable y más de 500 000 en los dos últimos pisos, para un cifra millonaria en la totalidad de la institución.
Camina para aquí y para allá, Luis Enrique Leco Núñez sabe a ciencia cierta lo que es la construcción: no importa el cansancio si se trata de terminar a tiempo una obra. Él, al frente de la brigada de trabajadores por cuenta propia que está en el trajín de la mezcla y el cemento, ha participado junto sus muchachos en las labores en otros colegios, entre ellas la escuela primaria Boris Luis Santa Coloma de la comunidad El Río y la secundaria básica Orlando Nieto, de Mayajigua. “Esto es de lunes a domingo, desde que amanece y hasta tarde”.
Yisán Soto Noa y Yusbel Pérez Fuentes trabajan en la albañilería, dicen, desde que tienen uso de razón. “Estuve en la reparación de la terminal de Mayajigua”, explica el primero y en su rostro desborda el orgullo de una mejora de imagen en la instalación que parecía de quince desde antes de Irma.
El trabajo continúa mientras Escambray hurga en todos los rincones.
¿Cuántas persianas se utilizan en cada piso?
“Poner 20 a cada lado es nada, y si cuentas que son dos bloques, más el del medio, aunque ese lleva menos”, contesta Leco Núñez.
EN LA PROVINCIA
Borrar las huellas del evento meteorológico en la infraestructura educacional es una prioridad para el sector. El apoyo del Partido, del Gobierno, de la comunidad y de los organismos se ha hecho sentir: unidades empresariales de base de la construcción de cada uno de los municipios, la refinería Sergio Soto, cooperativas agropecuarias, entre otras instituciones, hacen lo suyo, según explica Jorge García López, asesor para las actividades de la Defensa en la Dirección Provincial de Educación.
Con este esfuerzo, de las 137 instalaciones reportadas, la mayoría por daños en sus cubiertas, 109 hoy lucen como nuevas. Se trabaja en centros de Yaguajay, Sancti Spíritus, Trinidad y Jatibonico y estas terminaciones dependen de la entrada de recursos, fundamentalmente de manta impermeable, purling y tejas, apunta Julio Castillo Hernández, jefe del Departamento de Inversiones del ramo en el territorio.
a la secundaria le estan arrgelendo los problemas que desde hace muchoo tiempo tenia…el huracan solo le paso la mano, pues estaba ya, de reparacion general
Por fin, desde que me gradué de 9no grado en el 1995 tiene problemas esa secundaria y es ahora que la reparan.