Las últimas medidas adoptadas por Cuba en el campo migratorio son consecuencia de un largo proceso de flexibilización y tendido de puentes hacia los nacionales residentes en el exterior, a contrapelo de los esfuerzos de gobiernos de Estados Unidos por impedirlo, en particular el de Trump
En el campo mediático y político, específicamente en lo que toca a las relaciones con Cuba, el Presidente estadounidense Donald Trump no las tiene todas consigo, sobre todo porque, mientras él se esfuerza de manera burda en torpedear las relaciones entre los dos países, Cuba sigue anotando tantos en el marcador con hechos e iniciativas válidas.
En este contexto se inscriben las cuatro nuevas medidas migratorias anunciadas por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla en el IV Encuentro de Cubanos Residentes en los Estados Unidos, celebrado recientemente en Washington DC.
Aunque no se dijo explícitamente, las facilidades adicionales anunciadas por el ministro Rodríguez Parrilla para los nacionales que residen en el exterior son una respuesta a la irracionalidad de lo decidido por el actual mandatario norteamericano, quien dispuso ahora a que los cubanos que necesiten visas para visitar el país del norte tienen que ir a tramitarlas en Colombia, entre otras disposiciones absurdas y disfuncionales, equivalentes a impedir esos viajes.
Según el titular del Minrex, a partir del primero enero de 2018 Cuba permitirá la entrada de ciudadanos que abandonaron la isla de forma ilegal, con la única excepción de los que lo hicieron por la Base Naval de Guantánamo y aquellos que hayan desertado de misiones o delegaciones oficiales en el exterior.
Asimismo, se eliminará el requisito de la habilitación de pasaportes para los viajes a este archipiélago y se autorizará la entrada en yates de recreo de cubanos que residen en otros países por las marinas turísticas Hemingway, en La Habana, y Gaviota, en Varadero, lo que se ampliará posteriormente a otras marinas. Una cuarta y muy importante iniciativa es la que permitirá a partir de la fecha consignada que los cubanos que vivan en otras naciones puedan inscribir a sus hijos con la ciudadanía cubana, sin necesidad de vivir al menos por un período en Cuba.
En tono comparativo, Rodríguez Parrilla comentó que “el Gobierno de Estados Unidos cierra y Cuba abre”, aludiendo a lo emprendido por Trump contra la isla en los últimos meses, sobre todo a partir del confuso incidente sónico que habría afectado a personal de su país en La Habana.
Como cada vez más y ante las mentiras y falsedades de buena parte de la prensa occidental los lectores exigen argumentos, vale recordar que Cuba siempre intentó atraer a sus emigrados y flexibilizar su legislación migratoria.
También es preciso decir que esas iniciativas fueron sistemáticamente ignoradas o frenadas desde el Norte por la hostilidad de sucesivas administraciones, a veces con instrumentos “legales” como la llamada Ley de Ajuste Cubano.
En esa dirección de acercamiento a su diáspora se inscribieron los encuentros La Nación y la Emigración, celebrados en Cuba en fechas y períodos de tiempo aleatorios, que fueron aportando su grano de arena en el lento, pero progresivo entendimiento de los cubanos de adentro con los de afuera y, muy especialmente, con los que residen en la gran potencia vecina.
Como se recordará, ese proceso condujo a la modificación en el 2012 de la Ley No. 1312 de Inmigración y Extranjería vigente en Cuba, con el propósito de facilitar a sus ciudadanos en el extranjero formas y vías más expeditas de viajar al archipiélago natal y relacionarse con sus familiares, lo que se realizó más de dos años antes de que la administración de Barack Obama y el Gobierno cubano iniciaran el breve período de deshielo en sus relaciones bilaterales el 17 de diciembre de 2014.
Aunque se pudo avanzar mucho más también en este terreno, lo cierto es que la eliminación por Obama, ya al final de su mandato, de la política de Pies secos pies mojados y del programa de Parole para profesionales médicos cubanos, contribuyó de manera sustancial en el camino de la normalización de las relaciones en el ámbito migratorio entre los dos países, pues comprendió también una mejora en las posibilidades de los norteamericanos nativos de visitar la isla.
Pero, por desgracia, parece ser cierto el viejo refrán que expresa que la alegría en casa del pobre dura poco, porque tan pronto llegó a la Casa Blanca el actual mandatario Donald Trump, un multimillonario prepotente e impredecible que resume en una pieza las peores facetas de demócratas y republicanos, los sueños de legalidad, tranquilidad y armonía se fueron a bolina y es la irracionalidad la que le dicta sus designios.
Si en junio de 2017 había proclamado en Miami a los cuatro vientos en un teatro atiborrado de reaccionarios, terroristas y fascistas, un grupo de restricciones encaminadas a dañar a Cuba, parece que se le quedó sin sustento argumental una parte de la agenda, por lo que él y sus servidores se dedicaron a crear las premisas necesarias.
De esta forma, con el pretexto de una supuesta agresión acústica que habría dañado a 21 funcionarios estadounidenses en La Habana, y sin prueba alguna, Trump fue escalando las medidas de presión contra la nación cubana, que comenzaron con la expulsión de dos diplomáticos de la embajada de Cuba en Washington, continuaron con la retirada del 60 por ciento de los funcionarios yanquis en la isla y llegaron luego a pedir el retiro de otros 15 diplomáticos cubanos en la capital del Imperio.
Pero este último invento trumpiano de exigir que los cubanos que quieran viajar a EE.UU. deban ir a Colombia a solicitar la visa, sin garantía de obtenerla, rebasa todos los límites de lo absurdo y ahora solo queda esperar qué derrotero seguirá el disparatado mandatario, si es que sus muchos conflictos y contradicciones en su propio país y en la arena internacional no lo sacan antes de la Casa Blanca, quizá como última esperanza de salvar al mundo.
ARISTOTELES ha dado un claro ejemplo de como se viola la propia constitucion cubana de 1976. Si su creador, Blas Roca Calderio, comunista de toda la vida, pero persona integra y decente, viviera, se volveria a morir, pero del disgusto. En otro acapite de esa constitucion, dice que «con la recogida de 10,000 firmas, se puede convocar a un plesbicito». Eso se violo cuando Oswaldo Paya las recogio y en la Asamble Nacional, que debia dar tramite bajo la miraba de Ricardo Alarcon, el presidente del parlamento, se paso por el arco del triunfo las firmas recogidas/. La constitucion cubana de 1976 debe renovarse y actualizarce porque ya es letra muerta, por la cantidad de violaciones que tiene por parte de quienes deben exigir y velar por su cumplimiento.
Que mala memoria tiene Pastor Guzman ! No recuerda ya cuando era el gobierno cubano quien separaba y desunia. De 1962 a 1994, que son 32 largos años, quien emigraba no podia regresar al pais, aun si se dejaban esposa e hijos. Era una copia al carbon de la politica sovietica de cerrar fronteras a los que emigrabamos. Miles de matrimonios, como el mio, se rompieron a causa de esa absurda y obstinada politica de partir las familas en dos.
Cuando vaya a aplaudir la nueva politica de abrir, no olvide lo que sufrimos y el precio que hubo que pagar por emigrar.
Usted olvida, José, que con excepción de la administración Carter, y ello parcialmente, hasta la de Barack Obama, lo que Estados Unidos desató contra Cuba fue punto menos que una guerra a muerte en la que para el bando enemigo todo fue válido: guerra quimico-bacteriológica, invasión mercenaria, planes de agresión directa, ayuda al bandidismo, sabotajes, planes de atentados, guerra económica y en fin, toida una parafernmalia de actos hostiles contra el país y un país en guerra, José, tiene que defenderse.
En esas condiciones, el emigrar a la superpotencia enemiga, que libraba y libra contra nosotros una guerra de león a mono -y el mono amarrado-, equivalía a traición, sobre todo cuando el que emigraba había sido formado por la propia Revolucion y no había sido directmenxt5e afectado por ella. De ahí la Ley de Ajuste Cubano y otros engendros para dejar el país sin especialistas, médicos, científicos y técnicos, y estrangularlo. Aun así, siempre que Cuba trataba de atraer a sus emigrados, Washington torpedeaba el intento. Quienes se iban de su patria a lamerle el trasero al Imperio, conscientes de que iban a ser utilizados para y por la propaganda del enemigo, tenía que estar dispuesto a pagar un precio y ese fue para muchos el de la separación familiar. Si tanto los quería, ¿por qué los dejó solos del lado de acá del charco? ¡Vamos, José!.
Y cuando vamos permitir q cubanos residentes en el exterior que tienen pasaporte de otras nacionalidades puedan viajar a la isla sin necesidad de gastarse $400+ para sacar un pasaporte cubano?
No soy funcionario del Minrex ni especialista en temas migratorios, pero considero que es prerrogativa de cada país regular estos aspectos de acuerdo con su política interna y situación económica. Digo esto porque el pasaporte cubano se paga una sola vez y da derecho a utilizarlo por un largo período de tiempo. De otro lado, el país bloqueado tiene derecho a recaudar dinero para compensar de alguna forma las graves afectaciones económicas que el bloqueo causa a nuestro pueblo. Así se hizo cuando EE.UU. obligó a compañías del sector de las comunicaciones
de su país a no entregarle a Cuba el dinero que le correspondía por esos servicios en y desde la isla, y Cuba tuvo que gravar con un porcentaje de dinero tipo impuesto a las sobre ganacias de las entidades que asumieron el sector de mercado dejado sin cubrir por las susodichas compañías yanquis. Gracias.
SOFOCLES:
Cada gobierno pone las tarifas segun su propia conveniencia, en este caso el pasaporte. Una cosa es que Cuba tenga todo el derecho legal y otra cosa es que Ud justifique que el cubano es el mas caro del orbe.
Lo que Ud no puede justificar, porque viola derechos internacionalmente reconocidos por la ONU, es el derecho a regresar a su pais de origen porque varios miles no pueden regresar hoy en dia. QUE ME DICE DE ESA ARBITRARIA MEDIDA?
Si, José, lo del precio se pudiera ir ajustando en un futuro de acuerdo con la situación. En cuanto al regreso, solo aquellos que abandonaron misionesen el exterior o delegaciones oficiales, o están reconocidos como terroristas, no pueden hacerlo. Creo que es justo porque el país debe tener derecho a defenderse de lo que lo perjudica, máxime cuando son medidas del adversario tomadas precisamente con ese propósito.
Sofocles, algunas cosas que aclarar.
Primero, el pasaporte cubano se paga muchas veces y tiene el periodo de validez mas corto del mundo. Pero como bien dices, la validez y el precio del pasaporte es perogativa del MINREX y de cada pais.
Donde te equivocas, es en afirmar que es perogativa de cada pais decidir cual es la ciudadania de una persona. Eso lo decide cada cual. Es decir que una persona que nacio en Cuba y que ha adquirido otra ciudadania puede decidir cual pasaporte usa para viajar por el mundo.
No olvidemos que esto no es solo un problema para los cubanos residentes en USA, sino que hay decenas de miles de nacidos en Cuba que han adquirido otras ciudadanias como la espanola por ejemplo.
Tambien es importante destacar que la Constitucion Cubana de 1976, capitulo 2 articulo 28 establece que
«No se admitirá la doble ciudadanía. En consecuencia, cuando se adquiera una ciudadanía extranjera, se perderá la cubana. »
por lo tanto una persona nacida en Cuba que adquiere la ciudadania espanola AUTOMATICAMENTE pierde la cubana, segun la constitucion cubana, y por lo tanto es un poco absurdo exigir que una persona viaje con un pasaporte diferente al de su ciudadania. Es dificil encontrar una explicacion racional para una regla que viola la constitucion del pais.
Si, Aristóteles, no todo es perfecto en la villa del Señor y la vida es más rica que cualquier esquema, dogma o documento. Ese es el caso de quienes, por ejemplo, adquirieron la ciudadanía española, para quienes sería automática la pérdida de la ciudadanía cubana si se aplica con exactuitud la letra de la Carta Magna, pero como al parecer el espíritu es más flexible, esa medida aún no se ha aplicado y de esa forma tengo menos familiares extranjeros que nacieron sin embargo en el terruño. Gracias
Si hablamos de flexibilidad de espiritu entonces como explicamos que un nacido en Cuba que se presenta con pasaporte espan~ol para visitar la isla se le niega la entrada?
donde esta la flexibilidad de espiritu en esos casos?
Ademas, cabe aclarar que para acogerse a la ciudadania espan~ola HAY QUE RENUNCIAR a cualquier otra y JURAR FIDELIDAD al Rey de Espan~a, tramite que han hecho TODOS los cubanos que han recibido la ciudadania espan~ola.