La propuesta de RTV Comercial gana adeptos hechizados por La Colmena TV
Cuando hace algunos días promocioné en las redes sociales el comienzo de La Colmena TV, el concurso infantil que bajo el sello de La Colmenita, RTV Comercial y Cinesoft transmite Cubavisión los viernes a las 8:30 p.m., alguien refirió que la propuesta era una copia fiel de las competiciones de talentos infantiles transmitidas por televisoras extranjeras y que encuentran su público en Cuba gracias al tan llevado y traído Paquete semanal.
También hubo quienes respondieron con una estela de analogías entre los shows de talentos foráneos y los made in Cuba denigrando la originalidad en la concepción de estos últimos y bautizándolos como una mala reproducción de los concursos televisivos españoles, mexicanos y norteamericanos.
Para entonces, sin haber visto la primera emisión de La Colmena TV, respondí que la fórmula establecida para la realización de los reality shows funciona con el público latino del que los cubanos también forman parte, como mismo funcionan las telenovelas; y que esa efectividad está sustentada en una serie de valores socioculturales sedimentados con el paso del tiempo en los países de nuestra región, tema en el que probablemente los especialistas de las Ciencias Sociales puedan profundizar más.
Bastó ver apenas dos entregas de La Colmena TV, para descubrir que, aunque conserva algunos rasgos de los reality tradicionales, la fórmula de entretenimiento no es un corta y pega de las competencias televisivas extranjeras; y más importante, la esencia del programa está totalmente de espaldas a lo que hasta hoy hemos recibido como parte del bombardeo cultural foráneo.
La Colmena TV estimula el talento de los niños y ¿por qué no decir que también lo premia?, no con un millón de dólares para pagar la operación de un hermano, la salud de una abuela enferma o para ir a la universidad; sino con la ruta de Martí de Playitas de Cajobabo a Dos Ríos, un estímulo para el conocimiento histórico de los últimos días de la vida del más universal de los cubanos, cuyos textos han sido muy bien utilizados en La Colmena; desde las dramatizaciones de pasajes de La Edad de Oro hasta el eslogan mismo que resume la esencia del programa: “Tener talento es tener buen corazón”.
He aquí la diferencia, más allá de las cualidades artísticas de los participantes La Colmena busca fomentar valores humanos entre los más pequeños y la formación de un gusto hacia lo nacional a través de héroes como Martí, dibujos animados tan cubanos como Elpidio Valdés y temas musicales de factura criolla; intento plausible en un país que apuesta por el triunfo del ser y el pensar sobre el tener y por el rescate de la identidad cultural en las nuevas generaciones a través de códigos comunicativos novedosos como garantía de la prevalencia en el tiempo de nuestro proyecto social.
Más allá de lo perfectible de todo proyecto que comienza, los shows de talentos, programas de participación y dramatizados de RTV Comercial dinamizan la parrilla de programación de la Televisión Cubana y la familia los espera semanalmente; reconforta saber que en casa comienzan a producirse entregas que aunque grosso modo corresponden a los cánones tradicionales del entretenimiento, tienen sello propio y diferente; más en una nación que pretende atemperarse al nuevo tiempo sin renunciar a sus esencias.
Jesús dijo: Dejen que los niños se acerquen a mí. También dijo que el que no sea como niño no entrará en el reino de los cielos. Martí en su pensamiento de apóstol dijo ¨Los niños son la esperanza del mundo¨ lo que demuestra el valor que le daba a los más pequeños (y estoy convencida que eso usted lo sabe mejor que yo). Pienso en lo lindo que es disfrutar del talento que tienen y en todo lo que hacen, que, aunque no tengan algún don artístico siempre es maravilloso y conmovedor. Yo no soy escritora, pero me mueve el corazón a compartirle mis inquietudes.
Maestro Tim Cremata, siempre creí que su proyecto era admirable, aunque en muchas ocasiones me di cuenta que usaba los niños para lograr sus objetivos… y eso es manipulación, pero ahora en este tiempo he tenido la posibilidad (mucho más de cerca) de darme cuenta de que lejos de hacer que los niños pasen un tiempo de aprendizaje y conocimiento martiano (lo cual me parece muy necesario) usted está permitiendo que los pequeños sientan como unos son más importantes y favorecidos que otros… Perdóneme, pero, ¿Cómo es posible que la niña que se aprendió todos los versos sencillos y quedó como Martí en la evaluación que ustedes hacen dentro del tiempo que tienen aparte de la competencia que vemos en TV quedara fuera?… ¿Cómo es posible que, si tantas veces usted habló de valores humanos como la solidaridad, la responsabilidad, el buen comportamiento, quedaran niños que eran los que no hacían las tareas, los que se sabían menos versos, los que hablaban de los otros y de los que había quejas? ¿Cómo queda usted delante de esos pequeños que son más inteligentes de lo que usted imagina y se dan cuenta de que eso ahí ha quedado como una gran mentira?
Yo soy músico profesional al igual que todos en casa, pues somos una familia de artistas de la música y no somos ningunos improvisados ni mediocres, todo lo contrario somos exigentes al máximo y también tenemos experiencia de trabajar desde hace muchos años con niños, para mí la maestra Carmen Rosa era como un ángel con los niños pero en esta ocasión me ha dejado una imagen muy triste, su favoritismo exagerado por un niño que en realidad para nadie es un secreto que es hijo de un músico famoso en La Habana y otros porque los padres tienen sus influencias…, las calificaciones tajantes y abusivas con unos que tuvieron detallitos mínimos y la misma calificación a otro que tuvo en verdad desafinaciones importantes, el aliento y cariño para con unos y la resequedad y cara seria para con los otros, y le vuelvo a repetir, los niños se dan cuenta más que uno mismo ¿Es que solo existe el 19 y el 20 en las calificaciones, y el 17 para los que están insalvables ?. Le digo lo mismo que muchas veces veo en los programas que salen en el extranjero con los niños (y los cuales ustedes no se han cansado de criticar) esos niños muchas veces son capaces de hacer las cosas mejores que los maestros y que el mismo jurado, o dígale a la maestra Carmen Rosa que cante así de la primera la canción Seis semanas que cantó la niña y que ella le dijo que hasta a los profesionales les cuesta emparejar la tesitura cuando se sube una octava completa ¿Dígale que trate de hacerlo?…. Todos nos quedamos muy inconformes cuando le dio 20 puntos al chinito (hijito de papá) cuando cantó y ella se derritió por la interpretación que había hecho (todavía la tenemos grabada y no nos cansamos de revisarla)… ¿Dónde estuvo la gran interpretación? cuando bailó, que hizo de grandioso? Y a niños que han tenido coreografías difíciles y que han tenido que bailar de verdad, por un final del movimiento le han quitado puntos como si fueran bailarines profesionales. La niña que hizo su teatro con el títere tuvo que hacer trabajo doble, su personaje y el títere… eso fue maravilloso, pero le quitaron puntos sin valorar que hizo algo que ningún otro niño había hecho además de su compañero. No pretendo quitarle el puesto de director, solo tengo la certeza de que es a usted a quién le toca velar y exigir la justicia para todos los niños, que ustedes han escogido para ese programa, el cual me parece que renueva la visualidad de la TV cubana y especialmente de los programas infantiles que tan deprimidos están, la Colmena TV debe continuar pero siempre valorando con justicia y con amor el verdadero talento de cada niño, sin que las conveniencias y los favoritismos de los adultos dañen el corazón de los pequeños. Demuestren que ustedes son los primeros que tienen BUEN CORAZÓN.
Olga Leticia González Rosabal.
Ya estamos, mi esposa y yo, contando los días del comienzo de la segunda temporada, esta nos pareció fenomenal. Gracias Tin y RTV. Por cierto, manden a los muchachos locutores de la Colmena TV a Sonando en Cuba para que les den clases a Jorgito y Yasbel.
Querida Ana Miriam
Geyla, Karla y Amelia no solo son las tres niñas talentosísimas que hoy disfrutamos por la TV, sino que son muy superiores como preciosos seres humanos, Las tres – ya se han convertido en monitoras de todos los niños colmeneros. Amelia fue nombrada nuestra «Máximo Gómez» en una Junta Patriótica que formamos para jugar a la «Paz Necesaria» (tributo de hoy a la Guerra Necesaria) – por ser la segunda niña del programa en aprenderse y más APREHENDER los 210 versos sencillos de nuestro Martí, Karla es nuestra asistente de Actuación en el programa y Geyla sigue en el concurso para hechizarnos todos los días con sus virtudes Martianas y cubanísimas… Ah, y el gran Olisvaél Basso Rguez – es, desde que lo conocimos, nuestro Maestro de Teatro, de Optimismo y de Sueños!
¡Gracias Javiel Fernández por ese artículo que hace justa radiografía a lo que en cada emisión nos proponemos!
me encanta el programa!!!!!!..mi esposo y yo lo vemos cada semana…nos morimos de la risa con los presentadores más pequeños…felicidades y agradecimientos a todas las personas que hicieron posible que se llevará a cabo este proyecto…se desborda el talento, la gracia y picardía en nuestros niños…. y sobre todo la cubanía.
sin dudas un gran espectáculo están dando nuestros niños con talento y buen corazón, las criticas las tendrá con buenas y malas intenciones pero eso no impedirá que nuestros niños se diviertan y que tengamos en la casa un rato de disfrute y gozo, los agradecidos veremos la luz los desagradecidos verán las manchas
Que bueno cuanto me alegra que exista un programa de la colmenita en la tv para ver nuestros niños con su talento al igual que bailando en Cuba donde también se inculcaron valores y el buen gusto .Felicidades a la tv cubana.
Me agarada lo planteado sobre la Colmena TV en este artículo, e igual defiendo que exista este tipo de espacio para nuestros niños porque demuestran su talento y buen corazón, recursos que no faltan en ellos; pero además es válido referir que existen en este concurso también niños espirituanos como es el caso de tres niñas del municipio de Jatibonico pertenecientes a la Carpa Tín Marín, grupo infantil de teatro aficionado.
Conozco de las tres niñas jatiboniquenses que participan en La Colmena TV, en algún momento de seguro también contarán a Escambray sus experiencias en el programa infantil.Saludos.
«Tener talento es tener buen corazón»: desde que escuché estos acordes supe que el programa calaría en mi corazón y mi gusto personal. Con una sola emisión del programa quedé prendada. Disfruto cada viernes los bailes, las actuaciones, el canto de esos pequeños. Disfruto cada sonrisa de los participantes y cada aplauso del público. Cremata tenía razón: los niños van al concurso a jugar y eso hay que premiarlo. Ojalá y la Colmenita TV extienda su casting por toda Cuba. Es mucho el talento y buen corazón de los niños cubanos.
De igual forma a nuestra Corresponsalía de TV Comunitaria en Jatibonico, canal por donde nuestro pueblo las ha visto desdoblandose en varias ocasiones con la presentación de obras de teatro bajo la direccion de ese grande, Oliavael Basso Rodríguez.. Para Geyla, Karla y Amelia la mejor de la suerte, pero sobre todo que se diviertan y aprendan mucho.