La Cartacuba o Pedorrera está considerada una “joya de la ornitología cubana”, junto al Tocororo y al Zunzuncito, incluidos en esta serie
Una de las atractivas, hermosas, carismáticas y graciosas aves endémicas de Cuba es la Cartacuba o Pedorrera (Todus multicolor), cuyo nombre común procede de la región oriental del país, y frecuenta todo el territorio del archipiélago cubano. Esta pequeña especie está considerada una “joya de la ornitología cubana”, junto al Tocororo y al Zunzuncito, incluidos en esta serie.
Estas tres aves siempre han ejercido una gran fascinación; el que ha tenido el privilegio de observarlas nunca se aburre de contemplarlas. Al volar, emite un sonido característico con las alas, lo que ha dado lugar a su nombre común de Pedorrera.
La Cartacuba tiene el cuerpo rechoncho y de pequeño tamaño con la cola corta, mide 106 mm. No tiene bien definido el cuello, solo supera en tamaño a los zunzunes. Predomina el color verde en la región dorsal, con la combinación del rojo en la garganta y el blanco grisáceo con algunas plumas rosadas en los laterales de la región ventral, le aporta un toque distintivo y único entre las aves.
El pico es largo y aplastado, la parte superior es carmelitosa y la inferior rojiza-anaranjada. Las patas son de este mismo color, e iris del ojo blanco. Se reproduce de marzo a abril.
Tiene la particularidad de construir túneles de unos 250 mm de profundidad de acuerdo con su tamaño en los barrancos de la tierra arcillosa y al final, en una cámara más amplia, deposita de 3 a 4 huevos blancos. También aprovecha huecos de troncos podridos para nidificar.
En el lugar donde construye el nido, generalmente abre varias cavidades y se ha podido observar que antes de entrar al nido el ave se asegura de que no haya ningún intruso cerca, con el objetivo de proteger sus huevos y pichones. La incubación varía entre 11 y 13 días en la que participan ambos.
Su canto o reclamo es un ”to-to-to”, sonido que le ha conferido el nombre científico de Todus al género, y de Todidae a la familia a que corresponde, el mismo delata su presencia. El sonido que emite con las alas, lo emite a voluntad, quizás para espantar a los insectos que se hallen cerca y así poder capturarlos.
Habita en toda la Isla de Cuba e Isla de la Juventud. Es común en áreas boscosas, también en barrancos y farallones, muchas veces donde habitan los Tocororos.
A pesar de su extrema belleza y el interés que despierta, a la Cartacuba no se le puede criar en jaulas porque su alimentación es estrictamente insectívora y si se le encierra muere.
En la mayoría de los hábitats cubanos existen especies o subespecies endémicas, hay regiones que se destacan por el alto porcentaje de endemismo y la presencia de endémicos locales.
Es un avecilla hermosa y difícil de ver en la actualidad en muchas regiones del país, hay que proteger su habitad y cuidar una de las maravillas de nuestra naturaleza. Acabo de ver una y grabé un vídeo para mostrar a mis familiares y amigos. Cuidemos la naturaleza para disfrutar de sus bondades y maravillas.