Los hombres y mujeres del coloso espirituano siguen el rastro a cada fase del proceso con las miradas puestas en la calidad del azúcar
Dicen los viejos azucareros en Jatibonico que ninguna cosecha se parece a la otra y esta campaña les vuelve a dar la razón. No se trata de recordar la zafra anterior, cuando la caña apenas concentró sacarosa y fue preciso moler más de lo previsto para cumplir el plan técnico económico.
Esta vez la materia prima arriba al basculador en condiciones diferentes y el clima está a favor de la extracción de azúcar. Pero, cuidado, tan prolongada ausencia de precipitaciones puede ser perjudicial de cara al período por delante; “ya hay caña seca por el bajo nivel de humedad”, advirtió Elio Quintero, jefe de Zafra en el Uruguay.
Resulta que a la altura de los 40 días de operaciones el estimado reportaba el 102 por ciento de cumplimiento, demasiado ajustado para tanto calendario por recorrer —132 jornadas de cosecha— y ahí está uno de los termómetros a vigilar casi microscópicamente.
“Se estimó una caña en septiembre pensando que va a crecer, a llegar en buen estado a febrero y marzo; el año pasado hubo mucha caña y bajó el rendimiento industrial, ahora el rendimiento se comporta por encima de lo previsto; sin embargo, la sequía aprieta los campos; la alternativa a nuestro alcance es trabajar fino la eficiencia en todas las áreas”, sentenció Elio Quintero.
EL ARTE DE LA CALIDAD
Los cañeros-azucareros de Jatibonico están acostumbrados a enfrentar contratiempos y sobreponerse a las tensiones; quizás eso explica que el gran desafío de la contienda: producir azúcar de la más alta calidad que pide hoy el mercado exterior, sea una conquista que muchos allí ven como normal cuando, en verdad, es un resultado para quitarse el sombrero.
La ingeniera química Rosa María Perurena, jefa de Laboratorio y en la plantilla del central desde hace 34 años, ejemplificó algunos de los cauces por donde se mueve la operación industrial: estabilidad en la molida y, al superar el rendimiento, unas 2 400 toneladas de crudo a favor, comportamiento que se traduce también en el ahorro de 25 000 toneladas de caña, buena noticia para el estimado agrícola.
Si un buen aliado tiene el Uruguay es que el 53 por ciento de la materia prima llega al basculador por vía directa, gracias a la intervención de las nueve cosechadoras Case y la flotilla de 14 camiones chinos y sus 28 remolques. Lo más admirable de este dispositivo de abasto —activo las 24 horas— es permitir que esa caña se muela en el lapso de una hora como promedio.
Superado el feliz problema surgido en las primeras semanas de contienda —un inédito sobrante de bagazo, derivado del buen funcionamiento de las calderas tras la reparación de envergadura a que fueron sometidas—, los hombres y mujeres del Uruguay siguen el rastro a cada fase del proceso con las miradas puestas en la calidad del azúcar.
“Se sacrificó eficiencia para poder producir desde los primeros momentos azúcar con una pol de 99.20, lo que está exigiendo el comercio exterior”, declaró Rosa María.
“Hace 20 años —añadió— lo demandado en el marcado era una pol de 97.40; un central moderno alcanza ese parámetro que se pide hoy, pero con la tecnología del Uruguay, los años de explotación y los tipos de centrífugas que tiene, obtener esa calidad requiere esfuerzo y dedicación; te diría más: considero una heroicidad garantizar en el central azúcar de 99.20 de pol sin perder la eficiencia”.
AZÚCAR PARA VENDER
Si los desafíos del coloso son actualmente menos tensos, obedecen en parte a que el dispositivo asociado a las nuevas cosechadoras brasileñas Case responde por el 60 por ciento de la caña a enviar a los molinos. Otras 46 máquinas KTP y 185 macheteros habituales asumen el resto de la tarea diaria.
En la Cooperativa de Producción Agropecuaria José Antonio Echeverría trabaja unos de los mejores pelotones de la campaña y con sus viejas cosechadoras exprimen los días y las noches para derribar las 180 toneladas definidas como meta de cada jornada.
“La clave para la estabilidad del corte radica en el buen mantenimiento de las máquinas, que no se paren ni a la hora del almuerzo; a esa hora la cogen los mecánicos y así nos mantenemos en el tercer lugar de la emulación”, comentó Joel Duarte, jefe del pelotón.
En la guardarraya, a la espera de su turno, el joven de 20 años Luis Alberto Campo fue preciso al momento de explicar que se montó en el camión, antes manejado por su papá, “para que él cogiera una combinada y, me va bien, fíjate, que a pesar de que tiene un motor de más de 30 años, es el camión que más caña tira en la cooperativa”.
La cosecha se distingue por la estabilidad, aclaró Elio Quintero y, a seguidas, ejemplificó ese comportamiento: “Nunca en el Uruguay se había logrado mantener la molida al 80 por ciento después de 40 días de zafra. Hay que seguir ese empuje en todos los colectivos, cuidar la calidad integral de la cosecha y recoger hasta la última caña, porque no es solo un asunto de cumplir el plan, tenemos que fabricar azúcar para vender”.
El Uruguay es un central con eficiencia y calidad tradicional. sus trabajadores lograran cumplir la presente zafra
El leer la mayoría de los comentarios da la impresión de que hay azucar por la libre aunque
solo quedan 2 centrales en la provincia con un nivel tecnico de hace 6 decadas y
con una producción muy baja.
Óigame, pues mire que sí, que con esos dos centrales de tecnología atrasada hay azúcar por la libre en Sancti Spíritus. Y no solo aquí, en toda Cuba. Hace mucho que usted no viene por acá, verdad? Carne de res no, pero azúcar hay para parar un tren.
cumplir con lo establecido, ordenar el trabajo y sacrificarse para obtener buenos resultados eso es lo que demuestran siempre los espirituanos..a trabajar seguir trabajando!!
Hay que seguir con ese paso gigante , tomando medidas para responder a cualquier situacion que se presente, para cumplir con este compromiso tan importante para los trabajadores azucareros. Todavia tenemos tiempo,
Ya identificaron el problema que existe, que puede permanecer si las condiciones de clima no ayudan y las consecuencias que esto puede traer en el exitoso cumplimiento del plan de producción de azúcar y en la calidad de la misma. Ahora les toca diseñar la línea a seguir para evitar las sorpresas
Ya lo dicen los uruguayos, ninguna campaña se parece a la otra, justo lo aseveran por la experiencia que tienen a lo largo de todos estos años en el sector. Entonces ya deben haber pensado en la estrategia a enfrentar para que se revierta la situación. Por consiguiente les toca doblegar los esfuerzos y lograr alcanzar las metas propuestas
ya que se toca el tema quiero referirme al otro central , el melanio Hernández , vivo cerca de allí y tengo muchos compañeros que ahí laboran , y me mantengo al tanto , primero si el central pudiera moler por lo menos diez horas diaria , o quizás menos el plan de azúcar de seguro se cumpliría con eficiencia y con prontitud , pero si solamente muele por las noches por falta de caña , imagínense entonces , se pueden contar los días con una mano , y sobran dedos los que el central no pare por esta situación , días enteros sin moler , así es muy difícil ser rentable y poder ser eficiente , esto de seguro llevara al ingenio a extenderse en los días de molida y si afortunadamente llegan las lluvias temprano , como hace falta , todo lo que se pudo adelantar se echará por tierra , cave entonces sugerir se tomen las medidas a tiempo para revertir esta situación que años tras años afecta al melanio , amen la situación del país , pero los responsables algo tendrán que hacer para resolverlo , todavía hay tiempo.