Yosbany Veitía se coronó por séptima ocasión consecutiva como campeón nacional del Torneo nacional de Boxeo Playa Girón
No por esperada se vivió diferente la noticia: el campeón mundial Yosbany Veitía Cruz fue profeta en su propia tierra y se coronó por séptima ocasión consecutiva como campeón nacional del Torneo nacional de Boxeo Playa Girón durante la jornada final del evento, presenciada en la sala Yara por el doctor Antonio Becali, presidente del Inder en Cuba y Roberto Pérez, miembro del Buró Provincial del Partido.
Veitía no tuvo grandes complicaciones para imponerse en los 52 kilogramos ante el capitalino Agnolis Biñote, quien dio, no obstante, un buen pleito ante un rival superior.
“Desde que supe que el torneo sería aquí me dije que tenía que prepararme bien para no hacer quedar mal a mi público y a mi provincia, este triunfo se lo dedico a mi familia, en especial a mi madre que vino a verme”.
El fomentense terminó un 2017 muy fructífero, pues obtuvo el título de campeón mundial: “Ha sido un año de mucho sacrificio que me obligó a prepararme el tope, pero gracias a Dios obtuve todo lo que me propuse y este título es algo especial para mí”.
Con su actuación se sella también el desempeño de los anfitriones, quienes terminaron con un título y tres medallas de bronce en un torneo que ha mostrado una alta calidad competitiva.
Además de Veitía, obtuvieron bronce Jorge Griñán, en los 52 kilos, Osvaldo Díaz (56) y Darieski Palmero (60). Así los locales sumaron 28 puntos y quedaron en el quinto puesto.
En lo que se considera una de las sorpresas en la Sala Yara, en los 49 kilogramos el favorito Yohannis Argilagos cedió 3-2 ante Damián Arce, aunque todo quedó entre camagüeyanos y reafirmaron a los púgiles de la provincia agramontina como los mejores del país por séptima ocasión sucesiva con 48 puntos.
En el resto de las divisiones todo marchó acorde al guion pre-competencia: Robeisy Ramírez aprovechó su vasta experiencia de bicampéon olímpico para dar los mejores golpes en los momentos más precisos y superar al mayabequense Osvel Caballero 5-0 en el pleito de los 56 kilos.
En los 60 Armando Martínez no pudo superar a Lázaro Álvarez, quien ganó por votación unánime. En los 64, el matancero Andy Cruz retuvo su condición de campeón nacional al ganar sin contratiempos a Jorge Moirán (de Guantánamo) por votación unánime de los jueces 5-0.
En los 69 tuvo lugar lo que para mí fue el mejor combate del torneo, cuando se cayeron a golpes los rankeados Rosniel Igelsias (Pinar del Río) y el veterano Arisnoide Despaigne (Santiago de Cuba), aunque todos los jueces vieron ganar al pinareño que retuvo su corona.
El mismísimo campeón olímpico y mundial Arlen López tuvo que sudar en su pleito de los 75 frente al matancero Orley Iglesias en un combate donde las opiniones de los jueces fueron divididas 4-1 y que parte de la afición que se dio cita en la Yara no aprobó.
El propio Arlen reconoció la calidad de su rival: “Es el segundo hombre de la división y siempre es bueno tener en tu propio equipo que te obligue a emplear todo tu arsenal técnico para poder ganar, fue un buen pleito”.
En los 81 kilogramos Osvary Morell (de Villa Clara)se convirtió en nuevo campeón nacional al ganar de forma unánime a Osnay Bencomo (Pinar del Río) y comienza a reinar en un peso que tuvo nombre en Cuba por años: Julio César La Cruz.
Justamente el camagüeyano comenzó otro reinado, este en su nueva división de los 91 kilos, donde se impuso al capitalino Angelo Morejón 5-0 con el mismo estilo de esquiva y golpea con que ha obtenido cuatro títulos mundiales y uno olímpico.
En el cierre, el guantanamero Erislandi Savón volvió a la división de más de 91 kilogramos por la puerta ancha al ganarle al habanero Yoandri Toirac.
El cuadro de honor reservó su sitial al espirituano Darieski Palmero y a Armando Martínez, de la capital, por protagonizar el mejor combate, en tanto Andy Cruz resultó el más técnico y Damián Arce, el más combativo. El mejor árbitro fue el espirituano Pablo Carbó y el entrenador más destacado, el camagüeyano Robinson Poll.
Por provincias, se ubicaron, detrás de Camagüey, Guantánamo con 38 puntos y Pinar del Rio, con 35.
El Playa Girón concluyó y dejó para Sancti Spíritus el mejor de los dividendos a favor de un espectáculo con todos los ingredientes que exige este tipo de eventos por la calidad competitiva: la brillantez, la organización y la disciplina del público.
Por eso sonó merecido el reconocimiento entregado a la provincia por la Federación Cubana de Boxeo. Así lo resumió su presidente: “Ha sido un torneo excelente en la organización, la logística y el nivel técnico, es un éxito total”.
En su apreciación sobre el Girón, Becali elogió a la provincia por esas mismas razones. “El atleta tiene la última palabra y me lo han comentado entrenadores y personal periodístico: este ha sido el mejor torneo de la historia y ello sube la parada para la sede del próximo año, que es Camagüey. Fue una gran competencia con gran rivalidad con 10 provincias representadas en la final, lo cual dice que ya no hay una hegemonía en las que históricamente estaban en esta fase”.
Ponderó la preparación del territorio para habilitar una sede competitiva como la Yara, tras ser afectada seriamente por el huracán Irma: “Hay que felicitar a las autoridades del Partido, del Gobierno y del Inder por acoger el torneo y remodelar una sala afectada por el ciclón; solo la voluntad política de esos organismos hace posible que la hayan puesto incluso más bella.
“Esto es lo que queremos en materia de espectáculo, que las cosas se hagan con cultura del detalle, bonito y con prestancia para que el púbico lo disfrute como lo ha hecho el espirituano”, puntualizó finalmente Becali.
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