Se han tramitado en Yaguajay alrededor de 2 200 casos entre las más de 9 180 familias afectadas por el azote de Irma
Si Leonel Rojas no hubiera vivido en Narcisa, sino en otro punto de Yaguajay, le hubiera pasado lo mismo “porque mi casa se cayó completa, estaba en muy mal estado y, aunque ya me habían beneficiado con un subsidio, no adelanté mucho. Ahora me dieron 20 sacos de cemento para, con la misma madera vieja, poder levantar una facilidad temporal”, explica sin dejar de montar en la carreta el cemento que le ayudará a comenzar de cero.
Como él, las más de 9 180 familias afectadas en Yaguajay se acogen a las facilidades que hasta el momento ofrece el Estado y buscan alternativas para paliar los efectos de un huracán que se paseó a sus anchas por la costa norte del archipiélago y destruyó de forma total en ese municipio 1 312 inmuebles.
En el territorio más dañado de la provincia se crearon 14 puntos que se ubicaron en las localidades de Jarahueca, El Río, Iguará, Meneses, Turquino-Jobo Rosado, Aracelio Iglesias, Venegas, Perea, Obdulio Morales, Simón Bolívar, Seibabo y Mayajigua, y uno en el barrio de La Loma, destinados a la venta de materiales de la construcción, con el propósito de facilitar a los moradores de los inmuebles más dañados el acceso a esas producciones.
EL PAPELEO VA PRIMERO
Junto al incremento de dichos puntos se establecieron, además, nuevas oficinas de trámites para agilizar las gestiones en la certificación de los recursos que se demandan, y allí
los beneficiarios tienen acceso a la lista de los precios minoristas y al financiamiento, por parte del Gobierno, del 50 por ciento del importe de los materiales que se venderán por la destrucción total o parcial de las viviendas.
La Oficina de Trámites para la entrega de materiales a los damnificados en el Consejo de Defensa La Loma la dirige Eduardo Leyva Cruz, quien entre planillas y personas que esperan, explica que de conjunto con especialistas de la vivienda, el Banco, Planificación Física y el Gobierno se hacen las evaluaciones y se priorizan los casos que requieren de una respuesta rápida.
“Diariamente atendemos entre 30 y 35 personas y durante la semana se tramitan alrededor de 200 casos con la prioridad que lleva los 60 derrumbes totales”.
En Mayajigua, el Puesto de Dirección está en el cine; desde el parque cercano la gente espera y saben que en el patio escasean los materiales, al menos hay madera y techo de fibroasfalto, pero primero hay que conformar la Ficha Técnica.
Con rostro que delata cansancio y documentos en mano, Kendra Morales acaba de salir de las oficinas y solo piensa en cómo arreglar el techo de su casa. “He tenido que esperar horas y eso que cuando llegué aquí de madrugada era la segunda en la cola y salí ahora a las doce del día, pero había pendientes cuatro casos del día anterior. Yo voy a pagar a través del crédito y para ello me queda otro trámite. La demora está en la confección de los papeles para acceder a los materiales, además es lento y alternan las circunscripciones que atienden”.
SOLUCIONES PARA CUBIERTAS
En Yaguajay la mayoría de los daños se encuentran en las más de 5 700 cubiertas que de forma parcial sufrieron deterioro, por eso la prioridad que tienen esas personas, según Luisa Irene Betancourt, directora de la Vivienda en el norteño territorio.
“Es el problema que menos recursos lleva y está en dependencia de la entrada de tejas de fibro y zinc, y solo requiere además de un mínimo de cemento y bloques. Hasta esta semana hemos tramitado 2 208 casos, el 24 por ciento de los afectados, y más de la mitad se han acogido al pago en efectivo porque llevan pocos recursos y cuentan con el apoyo del Estado que asume el 50 por ciento del precio”. ¿Qué va a pasar con aquellos que tuvieron derrumbes?
Yudiana Afonso Álvarez, directora de Finanzas y Precios en Sancti Spíritus tiene la respuesta: “Quienes que no tienen posibilidad alguna de recuperar algo de su vivienda existen las facilidades temporales. Son recursos mínimos, entre ellos tejas infinitas, cartón de techo y madera rolliza, hasta que tengan una solución final, ya sea por el Estado para los de menos recursos y por cuenta propia para los que puedan asumirlos, pero en ambos casos será a largo plazo a partir del 2018”.
Las ojeras de Alina Faustina Arboláez muestran a las claras que está trasnochada, “aunque conforme”, aclara, porque ya tiene las planchas de la cubierta, cemento, polvo de piedra, los ganchos, aunque faltan las puertas. Me dijeron que vienen pronto. Solo me parece que no hay mucho control porque las colas están desde las dos de la mañana y hay que quedarse a dormir porque es grande la cantidad de gente”.
Según Yoelvis Pérez Pérez, al frente del patio ubicado en La loma, la explicación es sencilla: “Vienen muchos a comprar porque se están atendiendo aquí los dos Consejos de Yaguajay, son 25 de áreas urbanas y la misma cantidad de Sansariq, aunque ya se hacen las gestiones para habilitar la tienda en la otra zona urbana, en aras de facilitar el flujo de personas”.
Se infiere que el suministro en los puntos de venta será de forma paulatina, aunque hasta el momento Sancti Spíritus dispone de tejas, áridos, cemento, puntillas…, recursos que en su mayoría el Estado cubano ha descentralizado para resarcir los daños, por eso, se impone la apertura de los 51 puntos de venta previstos en toda la provincia, porque se trata de acercar los materiales a los afectados, sobre todo a aquellos que viven en comunidades rurales y asentamientos de difícil acceso.
Por ahora no se avanzará mucho sin el incremento de las producciones de las industrias locales, de manera que se puedan multiplicar en los patios —de por sí desabastecidos en la etapa anterior al ciclón— los elementos de techo, piso y paredes.
Tampoco hay que creerse que la responsabilidad de hacer llegar los materiales al pueblo es de una persona, sino de un grupo de trabajo y de mucha gente, incluidos aquellos que tienen la responsabilidad de materializar cada trámite, para que una firma, ni una gestión demorada impida que lleguen lo más rápido posible los materiales que la gente necesita.
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