Luego de nueve años consecutivos se rompe la cadena de cumplimientos del plan de producción de azúcar en Sancti Spíritus
Dolor, esfuerzo y dignidad fue el rastro de la zafra azucarera 2016-2017, que cerró sus máquinas en Sancti Spíritus con una noticia poco común en la última década: el incumplimiento de su plan de producción de azúcar, luego de nueve años sucesivos alcanzándolo.
Así lo entiende Elvis González Vasallo, director de la empresa espirituana. “Nos duele que se rompiera la cadena, después de 140 días en que no faltó el esfuerzo, ni la garra de nuestros hombres y mujeres que se consagraron y lo hicieron con mucha dignidad, esmero y valor, pues la atención al hombre y los aseguramientos fueron superiores y se trabajó con eficiencia”.
Mas la sequía fue brutal, como en todo el país. “De agosto a diciembre llovió el 40 por ciento de la media histórica y la caña, como organismo vivo, se lo sintió”, añade el directivo. Y lo dicen las cifras: faltaron cerca de 7 600 toneladas de azúcar al producirse unas 126 000, el 94.3 por ciento de lo planificado con un decrecimiento en cerca de 1 400 toneladas.
Los estimados cayeron en picada —en el orden del 85 por ciento—, razón por la cual el territorio tuvo un déficit de unas 160 000 toneladas de caña. Otro elemento revelador fue que solo nueve unidades (menos del 30 por ciento) cumplieron sus estimados y algunas de las consideradas élites como Paredes, Tayabacoa, Camilo Cienfuegos, Argelio Calderón y El Majá se quedaron por debajo.
Los datos de Manuel Pérez Siberia, director de Operaciones de zafra de la citada empresa, “endulzan” en algo el saldo de la campaña. Al momento de la parada, Sancti Spíritus exhibía los mejores indicadores de eficiencia del país: rendimiento de 11.05, recobrado de 84.53 y aprovechamiento del rendimiento potencial de la caña del 90.35, todos por encima de lo previsto.
“Aunque no se cumplió el aporte al Sistema Electroenergético Nacional, la zafra se autoabasteció con 8 300 megawatts/hora, todo el azúcar producido fue de alta calidad, el costo quedó por debajo del plan con unos 48 millones de pesos de utilidades y el Melanio Hernández resultó el más eficiente del país”.
Otras inclemencias no climáticas afectaron y explican el bajo aprovechamiento de la norma potencial al 68 por ciento. “El Uruguay (incumplió su plan) molió muy por debajo de la eficiencia acostumbrada, la provincia registró un tiempo perdido de 15.5, mayor de lo habitual debido a roturas industriales, pobre desempeño de las combinadas Case en el Melanio debido a que algunas áreas no se prepararon bien para el corte mecanizado, a lo que se unieron problemas organizativos”, reconoce Pérez Siberia.
Pero otras razones también influyeron, entre ellas el no completamiento del balance de recursos del transporte automotor, empeoramiento de los medios ferroviarios y las vías, así como algunos caminos y deficiente atención a las plantaciones en varias unidades como Tuinucú, Elcire Pérez, Canta Rana y Fico Hernández.
Tras esta autopsia temprana, los azucareros harán sus revisiones internas en los balances de zafra, pero ahora ayudan a varias provincias cubanas, preparan la próxima campaña con el anuncio de una importante inversión para el Uruguay y miran a las cañas, el “enemigo” que esta vez les coartó un pitazo final más dulce.
La sequía nos solamente impedió a los espirituanos cumplir su compromiso con la zafra azucarera sino también a otras empresas que en años anteriores se ha destacado, por ejemplo Ciego de Ávila. No deben desanimarse y crear las condiciones para la próxima contienda.
Sin lugar a dudas la sequía en todo el país ha sido brutal y entristece saber que los espirituanos no cumplen este año, luego de tantas contiendas cumpliendo y que decir de Uruguay que siempre ha estado a la delantera en la producción de azúcar, pero lo más importante es levantarse y tratar de solucionar las deficiencias que aún quedan para aprovechar la materia prima al máximo, y esperamos que la próxima zafra azucarera se incorporen al grupo de los cumplidores.