Deteriorado por el tiempo y las malas prácticas restaurativas, el patrimonio monumentario de Zaza del Medio ha sido rescatado por la voluntad oficial y el arte del escultor Félix Madrigal
Hace apenas un año, historiadores de Zaza del Medio contactaron a este redactor para alertar sobre el estado ruinoso que presentaba el patrimonio monumentario de esa población del municipio de Taguasco, prácticamente destruido por la conjunción del tiempo y las malas prácticas restaurativas. Hoy esa situación se dio vuelta de forma radical.
Naturalmente, no fue por arte de magia, sino por la voluntad de la Dirección Provincial de Servicios Comunales, que acudió al reconocido artista espirituano Félix Madrigal para que pusiera sus conocimientos al servicio del rescate de pedestales, estatuas y tarjas en Zaza.
DE UN PROYECTO A OTRO
La idea de rescatar el patrimonio estatuario de Zaza del Medio se esboza a partir de la labor restaurativa que hizo Madrigal del busto y el pedestal dedicado a José de la Luz y Caballero que estaba enclavado en la Avenida de los Mártires y Adolfo del Castillo, en Sancti Spíritus, obra que se devolvió a ese lugar el 23 de diciembre del 2015 en coincidencia con el aniversario 56 de la liberación de la ciudad.
El artista continuó su labor y en igual fecha del 2016 se reinstala en el Paseo de la citada Avenida el busto remozado del mártir de la Seguridad del Estado Bernardo Arias Castillo. Fue justamente en ese instante y, ante el desarrollo exitoso de la labor recuperativa, que los directivos de Comunales en Sancti Spíritus definieron la idea de proponerle a Madrigal la restauración del busto con el pedestal de José de la Luz y Caballero existente en Zaza del Medio.
Cuando Félix llega a ese poblado y contacta con funcionarios locales con el propósito de ir al parque y ver la obra dedicada al prestigioso intelectual en su lugar original, le muestran también la estatua confinada en un closet del Monumento a las Madres, obra del escultor Alfredo Gómez, la cual fue inaugurada en 1953 en el parque infantil por una logia masónica. Allí le dicen que nadie se ocupaba de resolver el problema y que ellos tenían mucho interés en reintegrarle su cualidad original y devolverla a su sitio.
Esta, aclara Madrigal, ha sido una obra polémica, pues, se originó cierta intriga por Internet sobre la “ausencia” de la estatua —ya muy deteriorada—; incluso se llegó a sugerir que la habían fundido para disponer del bronce con otros fines y hasta se afirmó que la vendieron a un entendido, por tratarse de una obra con valores artísticos y ser uno de los dos únicos ejemplares de Gómez existentes en Cuba.
Todo esto —refuta Madrigal— es pura calumnia, hasta el punto que la estatua ya está depositada en un pedestal, totalmente reconstruido y enchapado en mármol, con su montaje definitivo en la ubicación original.
ARDUA RESTAURACIÓN
Cuando el escultor vio la broncínea escultura se percató al instante de dos cosas: primero, de su estado ruinoso, pues estaba muy dañada y partida en dos y, segundo, que en su concepción se evidenciaba la maestría artística del autor, un hombre que prácticamente se evaporó del escenario cultural cubano, sin que se conociera su ulterior destino.
El proceso restaurativo —acota Félix— requirió hacer coordinaciones con organismos como la Planta Pasteurizadora, donde algunos de sus especialistas, encabezados por Fernando Ruiz, soldaron internamente la estatua. Entretanto, en Zaza participaron tres constructores restauradores que con gran empeño dieron su apoyo en el rescate de la escultura de José de la Luz y Caballero y luego siguieron contribuyendo a la recuperación de esta pieza.
LA HORA DE LAS TARJAS
Cuando Félix va a Zaza le muestran también tres tarjas, de las cuales una procedía del pedestal de un busto de José Martí ubicado en el parque, mientras otras expresaban pensamientos del Apóstol, todas las cuales habían sido agredidas con pintura y estaban en pésimas condiciones.
A propósito de este hecho, Madrigal sugiere que se alertara a los vecinos acerca de que la restauración de tales obras precisaba estar a cargo de especialistas, nunca de inexpertos, porque una acción no especializada las dañaría de forma irreversible.
Para el curtido escultor que hay en Madrigal, la labor asumida en Zaza del Medio entraña un nuevo compromiso, porque tanto los pobladores, como el Consejo Popular y los directivos de Servicios Comunales en el municipio —afirma— quieren restaurar el actual monolito al Maestro, obra del gran escultor cubano Juan José Sicre Vélez, autor del monumento dedicado a Martí en la habanera Plaza de la Revolución.
La mejor noticia para el patrimonio espirituano y que llena de regocijo a Félix Madrigal en tanto artista con especial apego a los valores patrios es la decisión de la actual Dirección de Comunales de continuar la labor restauradora en otras partes del territorio. Ello, concluye, es “restituirle el valor a lo nuestro, a nuestra Historia, a nuestra idiosincrasia”.
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