Los Gallos sacaron una excelente tajada de la doble y agónica jornada de martes al ganarle dos veces a Santiago de Cuba y situarse en el séptimo puesto del noveno en el que llegaron a la heroica ciudad.
En la jornada que duró once horas exactas, con inicio diez de la mañana y terminación nueve de la noche, hubo de todo. Desde un primer partido que se fue a regla Schiller con altibajos para los dos conjuntos hasta un segundo encuentro detenido dos veces, primero por la lluvia y luego por un apagón en el Guillermón Moncada.
Pero los inconvenientes terminaron por acallar el grito local. Con una irrespetuosa visita los espirituanos ganaron a primera hora 13-8 y a segunda 6-4.
El primer partido resultó no apto para cardíacos. Los Gallos llegaron al noveno capítulo con una ventaja de 3-1 y agregaron otras dos luego de que Orlando Acebey despachara cuadrangular en ese inning para marcar un 5-1 que parecía definitiva.
Pero los santiagueros, al estilo de sus antecesores, reaccionaron para empatar de manera sensacional el choque con cuatro anotaciones y obligar el alargue, aunque su improductividad en el cierre del noveno les costó el partido…y quizás dos.
Las avispas no encontraron al hombre que les remolcara las anotaciones que pudieron ser decisivas cuando las bases estaban llenas. Así el partido se fue a extrainning cuando se cumplió el refrán: tanto nadar para morir en la orilla. Con dos outs conseguidos en la parte alta del décimo los espirituanos se revelaron y no pararon hasta anotar ocho veces y definir el partido.
José Raúl cerró el librito y no tocó con hombres en primera y segunda, tal como se ha hecho costumbre en la regla IBAF. Orlando Acebey bateó hits, las bases se llenaron y ahí comenzó la debacle del pitcheo indómito que regaló cuatro boletos seguidos y luego soportó todo cuanto vino del bate enemigo.
Todo parecía tranquilo con tan cómoda ventaja, pero aun medio muerto Santiago de Cuba anotó tres. Cuando las cosas se complicaron en medio de la rebelión el manager de los Gallos pensó en el juego de hoy sin pensar en el de mañana y trajo al abridor del próximo encuentro Yuen Socarrás, quien sacó los tres outs que hacían falta, aunque en el desfile de siete lanzadores la victoria fue para Javier Vázquez en rol de relevo y en el de seis de los indómitos, perdió Osmendi García.
De ese golpe demoledor, no pudieron reponerse los anfitriones. Los Gallos marcaron temprano el terreno en el segundo partido cuando en el primer capítulo Duniesky Barroso impulsó tres carreras con su quinto cuadrangular de la justa ante el abridor Norge Vera, quien perdió el partido.
Pero los santiagueros, aunque no le sacaron todo el provecho que pudieron a los 13 hits conectados, poco a poco supieron negociar el empate a tres, un abrazo que sobre todo la defensa no ayudó a preservar con cinco errores y los visitantes aprovecharon el octavo para marcar las tres que a la postre resultaron decisivas, para respaldar el pitcheo de José Eduardo Santos, quien lanzó tres y dos tercios para garantizar su primer triunfo de la Serie.
Con esta doble victoria los espirituanos llegaron a balance de 21-18 y empataron con sus rivales de turno con el mismo balance, pero se ubican en el séptimo al asegurar la subserie.
Ambos ahora están en zona de comodines, a solo dos y medio de los cuatro líderes que ahora tiene la tabla de posiciones: Ciego de Ávila, Villa Clara, Holguín e Industriales en tanto Artemisa fue a parar al noveno-décimo junto con Isla de la Juventud.
Por eso el partido de este miércoles que cierra la subserie reviste gran importancia como todos los que quedan y parece que hasta que no se jueguen los suspendidos no habrá boletos repartidos.
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