Pese a esfuerzos de años, todavía no se ha logrado cambiar la mentalidad de los cubanos respecto al uso eficiente del recurso
La importancia de que la demanda de agua por los diferentes organismos de Cuba se calcule definitivamente sobre la base objetiva de sus actividades y de que el líquido sea contemplado como un recurso finito que urge cuidar, fue destacada en Sancti Spíritus.
En un intercambio sobre el estado del balance del actual año y del 2019, directivos de Sancti Spíritus y del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) reconocieron que pese a que el agua es un indicador del plan de la economía, al cierre del primer trimestre en el país dejaron de consumirse 200 millones de metros cúbicos que estaban contratados.
Al intervenir en el encuentro, Abel Salas, vicepresidente primero del INRH, dijo que aún hoy no se ha logrado cambiar la mentalidad de los cubanos respecto al uso eficiente del recurso; primero, porque no se le da el valor económico que tiene, y segundo, porque enseguida se olvidan los intensos periodos de sequía que ha afrontado la Isla, detalló.
El agua hay que cuidarla cuando la tenemos, póngale precio a ese volumen que se desperdicia por todas las vías y saque cuentas de su costo, subrayó Salas, quien aclaró que la demanda nunca puede ser un papel más de los que se entregan, sino un análisis real y preciso.
Significó que en muchas de las entidades, aun cuando exceden sus normas de consumo, las solicitudes de un año para otro siempre son mayores y no puede pasar, por ejemplo, que en el Hospital General Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus, se hayan intervenido capitalmente varias de sus salas, pero el gasto siga siendo igual.
Tras reconocer cuánto han disminuido desde el 2008 los índices de consumo de la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro, una de las mayores arroceras del país, aclaró que como promedio aún hoy para producir cada tonelada de arroz húmedo se demandan 700 metros cúbicos de agua por encima de lo que proyecta la nación.
Salas insistió además en la urgencia de retomar prácticas que en el resto del mundo se emplean como el reuso del agua, sobre todo en las grandes industrias o en el sector turístico, o los llamados aljibes.
Alberto Eirin González, delegado de Recursos Hdráulicos en el territorio, al ahondar en el proceso de balance de la demanda del líquido del venidero año, manifestó que en la provincia está apenas al 62 por ciento, muy atrasado si se tienen en cuenta las fechas previstas para su culminación.
Agregó que aunque hay entidades como los hospitales Camilo Cienfuegos y Joaquín Paneca, de Yaguajay, que han adoptado disímiles medidas para acercarse a sus normas, otros como los hoteles Costasur, de Trinidad, y Zaza, de la capital provincial, continúan con notables sobregiros.
Finalmente, Emilio Cosme Suárez, director de Uso racional del agua en el INRH, precisó que pese a que ahora hay una situación favorable en las presas, es válido alertar sobre el respeto que debe primar con los gráficos de despacho que existen para explotar las reservas subterráneas o superficiales, puesto que una violación puede conllevar a una situación que demoraría años revertir
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