Delegaciones gubernamentales de la República Democrática Popular de Corea (RPDC) y Estados Unidos realizaron este 11 de junio en Singapur las consultas finales previo a la reunión que sostendrán sus líderes, la primera de su tipo en casi siete décadas.
La parte norcoreana la encabezó el vicecanciller, Choe Son Hui, y por la norteamericana estuvo al frente el embajador de Washington en Filipinas, Sung Kim.
En los últimos días los dos funcionarios tuvieron otras reuniones en Panmunjom, una aldea fronteriza entre ambas Coreas.
Según el secretario de Estado, Mike Pompeo, los equipos efectuaron este lunes pláticas ‘sustanciales’ a fin de eliminar cualquier obstáculo al cierre de un posible acuerdo nuclear entre el líder de la RPDC, Kim Jong-un, y el presidente estadounidense, Donald Trump.
Mientras, la agencia norcoreana de información KCNA indicó que Kim enfocará el diálogo en el establecimiento de un mecanismo permanente destinado a concretar la paz, resolver la desnuclearización de la península y otros asuntos de mutuo interés.
El mandatario asiático también intercambiará con Trump ‘puntos de vista amplios y profundos’ para mejorar las relaciones bilaterales y desarrollarlas a tono con los tiempos actuales, agregó ese medio de prensa.
La cumbre de ambos gobernantes está pactada para este martes a las 09:00, hora local, de Singapur, adonde los dos llegaron ayer y dialogaron por separado con el primer ministro de la ciudad-estado, Lee Hsien Loong.
El encuentro concentra gran atención internacional y se enmarca en un proceso abierto precisamente por Kim a principios de 2018 con el objetivo de lograr la distensión y la paz en la península coreana.
También es vista como un elemento clave para concretar la desnuclearización pacífica de dicho territorio y un acuerdo de paz que reemplace el armisticio sellado en 1953 como fin de las hostilidades entre Pyongyang y Seúl.
Desde enero anterior la RPDC y Corea del Sur avanzan en la normalización de sus vínculos con reuniones frecuentes de funcionarios y entre sus máximos líderes que arrojaron consensos favorecedores para la reconciliación bilateral.
La comunidad internacional espera que la cita de Kim y Trump igualmente contribuya a un mayor entendimiento, acabe con la imposición de sanciones y permita de una vez terminar con la crisis que en más de una ocasión avivó el temor de un estallido bélico en la península coreana.
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