La caballería mambisa del siglo XXI recibió en Arroyo Blanco a René González Barrios, presidente del Instituto de de Historia de Cuba quien presidió la reedición de la toma de este poblado por el Mayor General Máximo Gómez Báez en aquel último combate de la Guerra Necesaria el 27 de julio de 1898.
En la Casa de Cultura de la localidad, la Parranda Típica de Arroyo Blanco, moldeada con las esencias de los Sánchez Valdavia, entonó un canto de lucha para dar la bienvenida al visitante e inaugurar la jornada de celebración.
Luego en la añeja Ceiba del Camino Real quedó develada una tarja del 20 de mayo de 1902, día de la instauración de la República. La colocación de la palca fue posible gracias a la restauración de la misma por un grupo de especialistas de la Oficina del Historiador de La Habana, dirigida por el Doctor Eusebio Leal Spengler.
Además se presentó el texto Arroyo Blanco 1898: el otro fin de la guerra, de la investigadora Lurdes María Méndez Vargas, el cual narra los acontecimientos del que se supone fue el último combate de la contienda organizada por José Martí. En el volumen también se publican fragmentos del V tomo —inédito— del Diario del Soldado de Fermín Valdez Domínguez.
Durante la presentación del texto González Barrios dijo que hay que seguir rindiendo tributo a la Familia Sánchez Valdivia en Arroyo Blanco, “hay que retomar la idea de la escultora Thelvia Marín Mederos —ya fallecida— para erigir un Monumento a una prole solo comparada con los Maceo Grajales del Oriente redentor”. Se trata de aunar voluntades para que el Palmar cultivado por tres generales mambises pueda lucir un detallado conjunto escultórico que de igual manera pretende exaltar la figura de valerosas mujeres que participaron en la contienda.
“Arroyo Blanco fue uno de los nudos militares más importantes del Ejército Español en la Guerra de Independencia, por aquí también pasaron el General venezolano Salomé Hernández, Francisco Villamil, el andaluz Diego Dorado, el alemán Oton Smith, los Cavadas cienfuegueros y por supuesto Máximo Gómez en disimiles ocasiones”.
El episodio del 27 de julio de 1898 marca la hidalguía de los bandos contendientes, sobre todo, la altura ética y moral del Generalísimo quien soñó siempre en despedir al adversario con una magnífica Parada Militar y ello lo hizo el día de la Capitulación de Arroyo Blanco.“Quizás el último gran combate en 30 años de lucha anticolonial, lo cual sitúa a este pedazo de Cuba en la ruta de la liberación nacional, un orgullo digno de sus moradores, quienes con tanto empeño y parabienes demuestran el amor a la tierra que pisan vuestras plantas”, concluyó González Barrios.
Con el olor a la misma pólvora mambisa que todavía hoy domina el horizonte bajo la Loma del Heliógrafo, y a 120 años de historia se reeditó en Arroyo Blanco la toma de la localidad por el Mayor General Máximo Gómez y la legendaria familia Sánchez Valdivia.
Me parece muy bueno el articulo,lamentablemente (ya sea de forma intencional o no) se olvidaron del principal protagonista del 27 de julio de 1898. Me refiero al General José Miguel Gomez, importante caudillo mambi, mano derecha de Maximo Gomez y presidente de Cuba.
«Al Cesar lo que es del Cesar»
tienes toda la razon rafael, el libro si reconce a jose migiel todo el tiempo, miralo ecuestre en la portada; es el periodista quien no lo lo hizo… la autora…