Las obras de creadores de la plástica cobraron vida fuera del lienzo en forma de trajes elaborados por cinco diseñadores cubanos, exhibidos durante un gran festival que continúa este martes en la capital estadounidense.
Piezas de reconocidas figuras como Adigio Benítez, Alfredo Sosabravo, Manuel Mendive, Roberto Diago y Roberto Fabelo inspiraron los vestidos que llenaron de colorido este lunes una pasarela ubicada en el Escenario Milenio del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas.
Esa importante institución acoge del 8 de mayo al 3 de junio el festival Artes de Cuba: de la isla al mundo, el cual reúne a unos 400 creadores e intérpretes en medio centenar de actividades.
Dentro de esa celebración de la cultura de la nación caribeña se incluyó un desfile del proyecto Arte y Moda, en el que se mostraron los vestuarios concebidos por Sandra de Huelbes, Ignacio Carmona, Otto Chaviano, Mariela Alemán y Celia Ledón.
Todos ellos pertenecen al evento surgido en el país caribeño en 2003 con el objetivo de combinar el diseño con pinturas, dibujos, esculturas o fotografías, según explicó a Prensa Latina el director de la iniciativa, Rafael Méndez.
Julia Poteat, profesora de diseño de moda de la escuela Parsons de la ciudad de Nueva York, quien conoció a Méndez en 2012 durante un viaje a la isla y está vinculada desde entonces a Arte y Moda, fue la encargada de presentar las propuestas que despertaron la admiración del público.
Se trata de una ‘extraordinaria combinación de imaginación, bellas artes y diseño’, manifestó la mujer sobre las piezas en cuya elaboración se utilizaron desde textiles de alta calidad hasta productos reciclados industriales y recursos naturales.
Por su parte, el Centro Kennedy había instado a asistir a la actividad al calificarla como ‘un espectáculo de luz y color’ que refleja ‘el espíritu nacional del país caribeño’.
Quienes respondieron a esa invitación y estuvieron presentes en el Escenario Milenio, contemplaron una pieza inspirada en la obra Nantuc, del orfebre José Carlos Rafart, u otra que tomó como punto de partida la pintura Caribeña, de Benítez.
Sobre la pasarela también se sucedieron trajes basados en las creaciones Transmutación, de Sosabravo; La piel que habla, de Diago; Amor a manos llenas, de Michel Mirabal; Gran ángel, de Fabelo; y La Luz, de Mendive, entre otras.
De acuerdo con el director de Arte y Moda, en el país antillano ha habido una influencia del diseño europeo y norteamericano, ‘pero nosotros tenemos una manera diferente de hacer las cosas y le ponemos una impronta muy cubana’.
Méndez explicó que además de traer ese estilo de la isla, los invitaron al evento en el Centro Kennedy para mostrar cómo se realiza en Cuba el trabajo con trajes extremos, con materiales reciclados que habitualmente no se utilizan para confeccionar ropa.
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