El mismo día que cumpla 21 años, el próximo 23 de septiembre, el espirituano Yoanki Mencía Hernández iniciará el periplo competitivo de su tercera temporada en el baloncesto profesional de Argentina con el traje del club Ciclista Olímpico.
“Oficialmente esta es mi segunda temporada contratado, pues en mi primer año apenas jugué. Ahora llego mejor preparado, he alcanzado más nivel en todos los aspectos, me siento mucho mejor físicamente.
“La diferencia principal es que aquí a veces juegas más —en ocasiones tres veces seguidas a la semana—, otras veces juegas una sola y entonces aprovechas y entrenas. Esta oportunidad me ha servido para aprender en todos los aspectos y tener más confianza en mí mismo”.
Su contrato, concebido para cuatro temporadas, le da la opción de enfrentar a jugadores de nivel y pulir habilidades. “Uno de mis objetivos, además de aportar para el equipo y ganar en experiencia, es mejorar sobre todo el tiro de tres, que es una de mis debilidades”.
A Argentina llegó con la inyección adicional que representó integrar por primera vez el conjunto nacional con una impensada medalla de bronce en los Centroamericanos de Barranquilla. “Mira, fue un golpe que no me incluyeran en el equipo desde el principio, pero por suerte me seguí preparando como si estuviera, ya al final me llegó la noticia. No era como yo quería, pues pensé que estaría desde el inicio, pero me puse contento y arrecié la preparación; sabía que era una tarea dura. No fui a demostrar nada, solo a jugar mi baloncesto”.
Cierra los ojos y dice revivir el delirio por una de las preseas de mayor realce entre toda la delegación. “Fuimos con la meta de obtener una medalla, aunque el baloncesto del área es fuerte a nivel mundial, sigo creyendo que podíamos alcanzar más; pero no tuvimos un gran partido en la semifinal ante Colombia, ellos descansaron el día antes, nos miraron en el partido frente a México y creo que nos agotamos mucho, llegamos sin piernas”.
Y recuerda aun aquellas tres palabras de Pepito, el director, antes de enfrentar a México, el rival más exigente. “Nos puso: ‘Honor disciplina y defensa’. Eso hicimos desde el minuto cero hasta el 40, salimos a darlo todo, creo que los sorprendimos, no imaginaron que jugaríamos así, pero hicimos nuestro mejor partido.
“Eran mis primeros juegos, tenía un poco de presión, pero confiaba en mí, salí a darlo todo por Cuba cada vez que tuve una oportunidad; incluso, en momentos de tensión ante México anoté un triple que dio el empate en los minutos finales. Después de reponernos del fracaso contra Colombia, celebramos el resultado porque hacía años no se lograba algo así”.
Como contratado, Mencía integra la hornada de jóvenes talentos que intenta revivir el básquet varonil más allá del sueño colombiano. “Ya somos bastantes jugadores y eso favorece el baloncesto, porque cuando nos reunimos como equipo eso sale. Es un grupo joven con ganas de jugar, tenemos muchas metas, pero eso es paso a paso”.
BRASIL,…NOS TIENDE LA MANO
-1-
Orgullosos podemos estar
al abrazar a este hermano
multicampeon y rey soberano
del futbol universal
tras la suerte de contar
de su ayuda necesaria
que de forma extraordinaria
Cuba, mucho lo agradece
con Brasil,.. se fortalece
nuestra amistad solidaria.
-2-
El futbol con igual pasión
en Cuba necesita apoyo
de ahí que su desarrollo
tanto espera su afición
aquí existe tradición
calidad y más talento
dos genuinos elementos
propios del futbol cubano
del beisbol también hermano
y con mucho seguimiento.
-3-
Redoblemos nuestro empeño
en la logística, la divulgación
también en la contratación
de entrenadores brasileños
como el lograr ese sueño
de convocar a los “ausentes”
esos cubanos decentes
que nos puedan representar
y un fuerte equipo formar:
¡! nuestro futbol es consistente ¡!
—000—
EL POETA YUMURINO
17 de septiembre de 2018.