La decisión ya había sido tomada por el propio expresidente, preso político desde hace 158 días en la ciudad de Curitiba, quien la sometió a la aprobación de ese órgano por medio de una carta que será hecha pública esta tarde en un acto convocado para el sitio donde permanece, también desde el pasado 7 de abril, la vigilia Lula Libre.
El pasado 1 de septiembre el Tribunal Superior Electoral (TSE) rechazó por mayoría de votos el registro de la candidatura presidencial de Lula y dio un plazo de 10 días a la coalición El pueblo feliz de nuevo para reemplazar su nombre por el de otro concurrente.
Los magistrados del TSE desacataron la indicación del Comité de Derechos Humanos de la ONU al Estado brasileño para garantizar a Lula el pleno ejercicio de sus derechos políticos, incluso los inherentes a su candidatura presidencial, hasta agotar los recursos pendientes de revisión contra su condena ‘en un procedimiento justo’.
En un video posteado en las redes sociales, y filmado en las afueras de la Superintendencia de la Policía Federal (PF) en Curitiba, el senador Lindbergh Farias afirmó que Lula Silva no dejará de ser candidato en las elecciones de octubre próximo.
Aunque Lula no aparecerá en las urnas electrónicas, él concurrirá con el nombre de Fernando Haddad, explicó el legislador en un video posteado en las redes sociales.
Haddad será Lula en la elección y además el encargado de llevar a la práctica sus programas y políticas, aseveró.
Hoy es un día histórico y triste, pues se consolida una etapa más del golpe con el impedimento definitivo de la candidatura de Lula en un proceso absurdo, sostuvo Farias y subrayó que el exdignatario ‘tenía derecho a ser candidato hasta el fin, solo que existe una ley para (castigar a) Lula’.
Ellos dieron el golpe y no querían de vuelta un presidente que se preocupara por el pueblo trabajador, apuntó antes de advertir que si creyeron que prendiendo a Lula iban a acabar con él se equivocaron, pues lo transformaron en una figura todavía más fuerte, en un gigante para la historia del país.
Si además creen que impidiendo su candidatura resolverán el problema también están engañados, pues aún preso Lula va a elegir el próximo presidente de la República, enfatizó.
El problema -puntualizó el senador petista- no es solo con Lula, sino con el pueblo, al que pretenden impedirle elijar al gobernante de su preferencia.
El pueblo quiere al Brasil de Lula de vuelta, aseguró Farias y anticipó que ‘vamos a ganar la elección, a reconstruir el país y a volver a mirar para los trabajadores y los más pobres’.
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