La inclusión de la camaronera de Sancti Spíritus en la cartera de oportunidades del país abre nuevos horizontes a la entidad perteneciente al sector de la Pesca. Comerciantes españoles interesados en negociar, buscan invertir en ella para potenciar el desarrollo productivo de la especie.
En declaraciones a Escambray Luis Orlando Rodríguez, director en funciones de Cultizaza, explicó que en tres ocasiones, del 2016 a la fecha, recibieron la visita de expertos de la península ibérica que recorrieron las instalaciones de dicha entidad y constataron la forma y el manejo con que se cría el camarón en Tunas de Zaza, así como las potencialidades de desarrollo.
Asimismo, dijo que, al igual que la nuestra, las restantes camaroneras del país están abiertas a negociaciones con socios extranjeros, acción materializada en la de Calisur, Granma, donde empresarios mexicanos, vinculados a la producción del pienso con que se alimenta la especie, se asociaron a la misma.
Tras establecer un nuevo récord productivo el pasado año, con 805 toneladas enviadas a la industria, el 86 por ciento de las cuales fue para la exportación, la entidad espirituana traza nuevas estrategias para superar en el 2018 las 850 toneladas. Para ello recuperaron un área de precría, en tierra, que por casi dos décadas estuvo en desuso, para depositar, primero, los alevines procedentes del Centro de Desove de Yaguanabo, en Cienfuegos, hasta que estos alcancen una mayor talla y peso, para luego llevarlos a los estanques de ceba, donde completarán su desarrollo.
Esta estrategia —acotó el directivo de Cultizaza— permite disminuir el ciclo de cría de 120 días a 80, y de esta forma, recuperar el atraso que se generó en la siembra del camarón durante el último trimestre del pasado año e inicio de este, asociado a la desalinización de las aguas que abastecen los estanques, debido a la entrada brusca del líquido en la desembocadura del río Zaza cada vez que abren las compuertas de la presa de igual nombre.
Lo cierto es que Cultizaza se impone productivamente; muestra de ello está en el crecimiento de unas 400 toneladas que logró entre el 2014 y el 2017, con la implementación de récord por tres años consecutivos. Pero además se distingue por mantener los mejores indicadores productivos de su historia, es decir, rendimiento por hectárea, eficiencia y supervivencia, entre otros.
La propia fuente informativa destaca que, con las mismas condiciones de hoy, en las 354 hectáreas de espejos de agua y con el funcionamiento de las dos precrías, en el 2020 pueden alcanzar las 1 000 toneladas de camarón. Se contara con aireadores artificiales para los estanques, una tecnología de avanzada con la que sueñan los camaroniculteros de Tunas de Zaza, entonces los planes serían mayores porque se podría cría mayor cantidad de animales por hectárea sin correr el riesgo de que estos sufran la falta de oxígeno.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.