China calificó este lunes de presión extrema la ofensiva tarifaria iniciada por Estados Unidos y aseguró que la política del presidente Donald Trump menoscaba las normas del respeto mutuo y las consultas igualitarias en las relaciones internacionales.
En un texto divulgado tras la entrada en vigor de otra ronda arancelaria, el gobierno de Beijing criticó la defensa ‘sin pudor del unilateralismo, el proteccionismo y la hegemonía económica’ de Washington tras la llegada al poder del mandatario republicano y la promoción de la campaña América Primero.
La nación asiática denunció las falsas acusaciones de la Casa Blanca en su contra y de otros países, así como las intimidaciones con sanciones económicas y aumentos de gravámenes.
‘China ha reaccionado desde la perspectiva de cuidar los intereses comunes y la permanencia del orden comercial internacional, con apego al principio de resolver las disputas mediante el diálogo y las consultas, y responder a las inquietudes norteamericanas con alto nivel de paciencia y buena fe’, precisó el documento.
Beijing mencionó que pese a los esfuerzos y propuestas prácticas planteadas en las distintas pláticas con el objetivo de estabilizar los nexos económicos y comerciales, Washington se contradice a sí mismo y lo desafía constantemente.
‘Como resultado, las fricciones escalaron con celeridad en un corto período de tiempo provocando un grave deterioro de las relaciones comerciales que hemos desarrollado durante años con el trabajo de los dos gobiernos, y una amenaza seria al sistema multilateral de intercambios y los principios del libre comercio’, concluyó.
El libro blanco, como se denomina el documento, esclarece así la postura de China ante un agravamiento de la confrontación con el país norteño que resultó en la mutua imposición de más tarifas sobre las respectivas importaciones desde este lunes.
El gigante asiático aplicó a las 12:01, hora local, de hoy nuevos tributos a cinco mil 207 bienes norteamericanos, incluidos los del agro, gas licuado natural, maquinaria y químicos.
Con tal acción devolvió el golpe a otro alza de gravámenes de 10 por ciento y por 200 mil millones de dólares de Estados Unidos contra sus productos.
Expertos de todo el mundo ven en el pleito la antesala de una nueva guerra fría con alto coste en los negocios y las relaciones bilaterales, pero que también marcaría el inicio del ocaso de la economía global y del libre movimiento de mercancías.
De hecho ya lastra las bolsas internacionales de valores y las propias empresas norteamericanas radicadas en China sufren el impacto negativo para desarrollar sus operaciones.
Por eso el director general de la Organización Mundial del Comercio, Roberto Acevedo, se ofreció a mediar en la confrontación preocupado porque traspase el umbral del terreno mercantil y escale a un punto sin retorno.
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