Las ideas van y vienen un día como hoy. Qué raro no verlo acariciar su barba desde su silla de diputado. Cómo era de visionario ya hubiera recordado que hoy es la víspera de la victoria de Girón y que un día como hoy vino al mundo el primer presidente de nuestra República en Armas, Carlos Manuel de Céspedes.
Pero se siente ahí, en medio del plenario del Palacio de Convenciones satisfecho de una renovación necesaria porque nadie como él para explicar que la Revolución es un proceso dialéctico de transformaciones y experiencias acumuladas, de cambio y continuidad; es una obra colectiva como esencia y práctica imprescindible.
Y lo veo aplaudir feliz porque, finalmente, las mujeres ocupan su justo lugar en el Parlamento, donde, por vez primera superan a los hombres en cantidad y también porque más del 70 por ciento de esos diputados son fruto de una sociedad que surgió después del primero de enero de 1959.
Su rostro está libre de preocupaciones porque, ¡allá quien dude de quien elige en Cuba!: “Es una fortuna el método este que estamos usando, que es incomparablemente más democrático que el método del pluripartidismo y es la aplicación de un concepto muy revolucionario en materia de democracia: el concepto de que el pueblo postula y el pueblo elige”, diría en uno de sus discursos.
El Comandante Fidel recorre el rostro de cada diputado mientras muestran los certificados de elección y sabe que el parlamento se parece a Cuba, que ahí está la gente del barrio, hombres y mujeres de pueblo, que hay científicos y también guajiros que viven pegados al surco; pero también le conforma que más de la mitad son delegados de base, cubanos que lidian todos los días con las preocupaciones, los problemas de los demás.
Le echo de menos, pero aun en otras voces, se oyen las frases que dejaron huellas, esa herencia que nadie nos puede quitar, como cuando alertó sobre los valores por lo que cada diputado está dispuesto a dar la vida: “Los valores que defendemos son muy sagrados, son muy altos, son muy poderosos, son los valores de la patria, son los valores de la Revolución, son los valores del socialismo, son los valores de la justicia, son los valores de la igualdad, son los valores de la dignidad y del honor del hombre. Esos valores tienen un peso tremendo”.
Me consta que el diputado Fidel Castro Ruz no ha estado ausente de esta sesión constitutiva del Parlamento, sus ideas quedan en los valores que adornan a las más de 330 mujeres que lo conforman, en las palabras de la jovencita matancera que leyó el juramento, en los brazos del luchador que más títulos ha dado a Cuba, en la pluma del escritor, en las virtudes de la doctora que ahora ocupa un escaño, en su pueblo y en Raúl Castro Ruz.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.