Con cerca del 20 por ciento del grano recolectado al cierre de octubre, la cosecha cafetalera en Sancti Spíritus entró en su fase principal, noviembre-diciembre; sin embargo, lo verdaderamente distintivo de la campaña estriba en que más del 95 por ciento de lo acopiado hasta la fecha clasifica en el rango de primera calidad —se estimó el 85—, toda vez que el producto se enmarca en los parámetros del cero al 10 en el grado de imperfección.
Leosvaldo Cruz Duardo, especialista de café en la Delegación Provincial de la Agricultura, informó a Escambray que tal comportamiento concuerda con lo ocurrido en las últimas contiendas y el territorio sostiene la favorable correlación entre el café acopiado y el vendido a la industria enclavada en Cumanayagua, provincia de Cienfuegos, que es la planta receptora del grano recogido en la región central del país.
Ese salto cualitativo que manifiesta la cosecha —precisa el especialista—, obedece a que más del 90 por ciento de la plantación es joven —la mejor etapa productiva del cultivo—, también a las atenciones culturales y al trabajo del recolector.
“Determina e influye mucho en la calidad el proceso industrial, a partir de cumplir las normas técnicas en los secaderos, tener en buen estado las máquinas de despulpe y capacitar a los operadores, pero lo que más favorece es la mejora del precio del café que se aplica desde hace tres años, eso vino a resolver los problemas de la calidad, tanto que, en el caso de la variedad arábico —el de calidad exportable— los productores lo escogen lata por lata, defendiendo el precio, pues se paga hasta 160 pesos”, detalló Cruz Duardo.
Si bien la cosecha sigue lejos de las potencialidades agrícolas de la provincia y tampoco sobresale por el aporte productivo planificado —210 toneladas de café oro, la mayor parte proveniente de la variedad robusta—, a favor del cultivo puede citarse disponer del fertilizante idóneo para el cultivo y que por primera vez, en 20 años, entró el equipamiento requerido para realizar el trabajo de poda, regulación de sombra y deshije, comentó la propia fuente.
Destacó el especialista el desempeño de la Unidad Básica de Producción Cooperativa Carlos Cancio, enclavada en la zona de Pitajones, Trinidad, que reúne potencialidades para obtener al cierre de la cosecha un rendimiento agrícola de una tonelada por hectárea, el más alto de la provincia espirituana.
Asimismo, expresó que al término de octubre la recolección exhibe atraso motivado por un ligero retardo en la maduración del café robusta en zonas de Trinidad —define cerca del 70 por ciento de la campaña—, comportamiento que no debe interferir en el cumplimiento de la contienda “porque está el grano en la mata, en tanto el daño del huracán Irma está presente todavía en las plantaciones de la variedad arábico y debe mejorarse para el año próximo”, concluyó.
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