Cuba ratificó su compromiso con el desarrollo rural sostenible, la inclusión y equidad social en el 41 período de sesiones del Consejo de Gobernadores del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola
El gobernador alterno de Cuba en ese organismo internacional y embajador en Italia, José Carlos Rodríguez, patentizó al intervenir en el encuentro la voluntad de su país de contribuir a la meta de la Agenda 2030 de la ONU de lograr hambre cero y al fortalecimiento de la resiliencia a largo plazo.
Para el gobierno cubano, señaló, la seguridad alimentaria constituye un objetivo estratégico y precisó que se realizan acciones a corto y largo plazos, a favor de una suficiencia en la producción de alimentos y para disminuir los elevados niveles de importación.
Los proyectos que hoy emprendemos junto al FIDA se orientan a esa finalidad, indicó Rodríguez, quien agradeció a esa institución y en especial a su División para América Latina y el Caribe, el apoyo a su país para el desarrollo agrícola.
Al referirse a otro de los temas centrales del Consejo, el diplomático destacó que pese a ser Cuba un pequeño estado insular demuestra ser una nación con sólida resiliencia.
Puso como ejemplo la recuperación tras el devastador huracán Irma que asoló a 12 de las 15 provincias a finales de 2017 y las afectaciones por otros fenómenos como las sequías cíclicas, además de los cuantiosos daños provocados por el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra el pueblo cubano.
Reafirmó el compromiso de la isla con la cooperación internacional y el desarrollo sostenible, al igual que la disposición de hacer, aunque modesta, una contribución a la oncena reposición de los recursos del FIDA, similar a la realizada en la ocasión anterior.
De igual modo apoyó la cooperación Sur-Sur y subrayó que Cuba cuenta con un gran potencial de recursos humanos e instituciones dispuestas a apoyar a los países miembros del Fondo.
Abogó también por la cooperación triangular y se pronunció a favor del multilateralismo, al tiempo que expresó su convencimiento de que los Objetivos de Desarrollo Sostenible, plasmados en la Agenda 2030, solo serán realidad con el esfuerzo y el apoyo conjunto de la comunidad internacional.
En las relaciones, ‘debe prevalecer el diálogo y no la beligerancia. Es injusto se desperdicien cuantiosos recursos en guerras, mientras 815 millones de personas padezcan hambre’, apuntó Rodríguez.
El diplomático convocó igualmente a las naciones desarrolladas a cumplir con el compromiso adoptado hace muchos años, pero una y otra vez relegado, de asignar el 0,7 por ciento del Producto Interno Bruto a la ayuda oficial al desarrollo.
‘Sería una significativa contribución al loable empeño de alcanzar Hambre Cero para unos y otros en el mundo’, concluyó.
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