Con Yemayá como divinidad que gobierna y Elegguá como deidad acompañante, 2018 tendrá de signo regente a Osa She, y de primer y segundo testigos a Ogbe Sa y Otura Iiyu, en ese orden, de ahí que la Bandera del Año sea mitad blanca, mitad azul, con ribetes negros.
‘Problemas en el sector agrícola fundamentalmente en la producción de viandas, granos y hortalizas como consecuencia de la poca fertilización de los suelos y la poca convocatoria de recursos humanos a este sector’, reza como primer acontecimiento de interés social.
El texto pronostica, además, ‘movimientos telúricos que pueden conducir a derrumbes y catástrofes naturales’, los cuales podrían tener consecuencias impensables, según explicó a Prensa Latina el babalawo Lázaro Cuesta, vicepresidente de la ACYC.
A una pregunta sobre el impacto medioambiental, Cuesta señaló que ‘Osa She’ es un signo profundamente religioso y la mayor parte de su proyección, de sus indicativas y sus preocupaciones está en el problema de la Madre Tierra.
‘Estuvimos largo rato tratando de buscar la palabra adecuada para ponerla en este documento y efectivamente el proceso de la Tierra en Osa She es tan extremadamente complicado que todo lo que aparece ahí es posible, inclusive en grado superlativo’, advirtió.
Tanto los refranes como las recomendaciones del signo regente hacen énfasis en las relaciones entre padres e hijos, pues los proverbios subrayan que ‘toda persona es digna de respeto’, ‘los padres no piden la bendición a los hijos’, y ‘el hijo sigue la tradición del padre’.
‘Si no sabes con la ley que se vive en este mundo, tienes que ir a vivir al otro’, indica otro adagio del texto, que propone respetar los tabúes que han sido prohibidos a través de este oráculo, e identifica como plantas del signo: Flor de agua, Pico de Pato, Sargazo y Tibisí.
Las predicciones a partir del Oráculo de Ifá involucraron a babalawos procedentes de las diferentes ramas religiosas existentes en el país, que por tercer año consecutivo realizan sus ceremonias en un ambiente de unidad y ecumenismo resaltado varias veces hoy.
Los santeros cubanos auguraron un aumento de enfermedades neurológicas, del tractus digestivo-intestinal y de trasmisión sexual, y prevén un alza en la impotencia a temprana edad como consecuencia de la promiscuidad, así como de violaciones a menores de edad.
Entre las recomendaciones sobresalen evitar ser caprichosos, que los padres deben mantener control y vigilancia sobre la conducta de sus hijos, y que deben ser ejemplo de las buenas costumbres en su actuar, en beneficio de sus hijos.
Asimismo, exhorta a no guardar rencor por cosas pasadas y aprender a perdonar porque ‘el perdón no libera a la persona que nos dañó de su culpa, pero sí a nosotros de un sufrimiento’, y a evitar la violencia doméstica en todas sus manifestaciones.
Los sacerdotes de Ifá (máximo grado en la Regla de Ocha-Ifá) sugieren controlar el exceso de la ingestión de bebidas alcohólicas, no revelar secretos que sean confiados, y ser organizados en las proyecciones sociales y religiosas.
Al prevenir de afectación en los miembros inferiores producto de accidentes, urgen a ‘alejarse de la falsedad, la traición y las personas que puedan no cumplir su palabra’.
De acuerdo con la Letra del Año, la oración profética es ‘un bien de salud completa, siguiendo los patrones de Orunmila’, y sugiere ‘Aladimu (rogativa a Orunmila con 16 frutas en una canasta y sus velas’.
El Ebbo (ofrenda o sacrificio a los Orishas) es ‘un chivo mamón a Elegguá, siete machetes, siete banderas, tierra de las cuatro esquinas, ropa sudada, maíz, jutía, pescado ahumado, miel de abejas, cascarilla y demás ingredientes’.
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