Cuba ya no es la reina deportiva de Centroamérica y el Caribe. La noticia hay que asumirla tal cual es por más que les dediquemos todos los elogios a los atletas por el honor de su representación.
El reinado cayó aun sin descorrerse las cortinas de Barranquilla. Solo que cierto triunfalismo no nos dejó ver el aluvión mexicano. Su cosecha de preseas y títulos sobrepasó todos los cálculos al superar los 123 oros con que Cuba les ganó en Veracruz y ahora con una distancia más holgada de los nuestros.
Como corresponde a la ética del deporte, es lo primero que debemos reconocer. Desde el inicio México se subió a la cima y no la dejó más. Por momentos su ventaja superó los 50 títulos gracias a un dominio abrumador en la natación y el ciclismo, dos de los deportes que más medallas disputan. Después hizo lo que un campeón de altura: mantener la ventaja sin sustos con el accionar exitoso de varias disciplinas. A falta de unos días, los aztecas habían dominado la mitad de una veintena de disciplinas, incluidas algunas donde Cuba ha sido líder histórico, como el remo y el tiro.
México ganó antes de empezar cuando hizo una preparación de lujo, insertó a sus atletas en circuitos de nivel como los europeos, marcó casillas en eventos claves y llevó a todo su linaje, contrató a técnicos de todas partes, lo mismo que otros países que mostraron crecimiento como República Dominicana y Guatemala y nos quitaron medallas. No nos toca, creo, cuestionar el gigantismo de los 675 mexicanos. Tampoco sacar las cuentas de la densidad poblacional porque si miramos atrás Cuba dominó hasta en Olimpiadas con sus mismos millones de personas.
Después de aplaudir la épica de nuestros deportistas, enfrentados al más fuerte de los escenarios, hace falta una disección marcada por el realismo y la objetividad. Cuba perdió su hegemonía en unos Juegos donde México fue mejor. ¿Que competimos mal? No es tan así, aunque tampoco lo hicimos de manera convincente en deportes claves para el medallero, además de que el repunte esperado del cierre se quedó por debajo del que se auguraba.
No creo que un título de menos en el tiro haya hecho la diferencia. Cuba se resintió del magro aporte de disciplinas como el atletismo, no solo porque ni se acercó a los 23 títulos de Veracruz, sino porque la mayoría de sus representantes, como ya ha sucedido en otros eventos, no llegaron ni a sus marcas personales. De otra manera, no se entendiera que en una prueba como la jabalina, donde no se rebasaron los 60 metros, nos fuéramos sin medallas; o el martillo, ganado por un mexicano con un tiro de última hora. Otros, como el judo, se quedaron por debajo de los tiempos en que arrasaba con las chicas de Veitía. Fecha a fecha, Cuba fue perdiendo su reinado cuando varios de sus “seguros” cedieron, como el luchador Yasmani Lugo o el campeón olímpico y mundial Arlen López ante el desconocido guatemalteco Lester Martínez.
En la otra cara, a lo ya conseguido por la gimnasia artística se sumaron los desempeños de la lucha y los esgrimistas, estos últimos que, sin rozar a los grandes, recuperaron liderazgos de antaño. También los piragüistas, el voli de playa, que ganó en los dos sexos, tal como el hockey sobre césped y el balonmano.
Lo que hizo el básquet masculino con la cabeza al desbancar al dream team de México lo desbarató con las manos ante unos locales aupados con delirio por su público, ese jugador de más que hizo sucumbir también al voli de hombres. Otros compitieron a la altura de su linaje: Yarisley Silva, Yorgelis Rodríguez, Mijaín López y otros superaron barreras, al igual que la gimnasia rítmica, el tiro con arco y otros ya mencionados.
Como nos sucedió en los Panamericanos más recientes, a Barranquilla llegamos sin todo el conocimiento de nuestros contrarios. No han sido muy diferentes las circunstancias en que ha competido Cuba en relación con citas anteriores, por el real impacto del bloqueo, la insuficiente capacidad financiera para sostener un sector que cada vez más depende del dinero, y también por el éxodo de atletas y entrenadores.
A lo interno, otras cuestiones han de verse en el análisis: el estado general de las instalaciones tanto de alto rendimiento como de la base, sobre todo estas últimas, que son de donde nacen y se forman los atletas y donde a veces, además, faltan implementos y la alimentación adecuada, sin dejar de mencionar la influencia de la doble sesión educacional, que le resta tiempo a la práctica deportiva.
Aunque sin la cosecha suculenta de Veracruz, la delegación espirituana rindió un desempeño meritorio con siete medallistas dorados: las tiradoras Eglys de la Cruz (3) y Lisbet Hernández (2), el canoísta Serguey Torres y el luchador de libre Reineris Andreu, con un título cada uno. A ellos se unen los plateados: Yamara Amargo y Marlene Cepeda, de baloncesto; Eyleen Gilbert (baloncesto 3×3), Frederich Cepeda (béisbol), Rafael Rosendi (gimnasia artística) y De La Cruz (tiro), además de la bronceada Lorena González, en natación.
En tanto el arquero Adrián Puente en su debut en una cita centroamericana extrajo una resonada medalla de plata en mixtos y un bronce en por equipos. Mientras que en el epílogo de los Juegos los voleibolistas Adrián Goide y Osniel Melgarejo intentaban marcar al menos con bronce, lo mismo que el basquetbolista Yoanki Mencía.
Perú casi dobla sus campanas de su cita panamericana y Cuba, por si acaso, debe echar a remojar sus barbas con los pies puestos en la competencia real.
El comentario de la periodista es excelente ,define claramente nuestros problemas y dentro de ellos existen muchos que no dependen del problema económico ,dependen de nosotros mismos ,ninguna escuela primaria ni secundaria tienen competiciones entre sí ,sólo las pre EIDE y EIDE compiten ,cuan dificil sera organizar todos los años competiciones entre las escuelas en muchos deportes como el atletismo ,natacion ,futbol ,voleibol, basquet , y otros muchos deportes ,muchos talentos quedan por descubrir en los barrios ,otros muchos son descubiertos pero no quieren ingresar en la EIDE y es su derecho competir por su escuela de base ,no todos los talentos tienen que estar en la EIDE ,el campeonismo desde la niñez es dañino ,muchos niños se lesionan en las EIDE en entrenamientos desmedidos en busca de convertirlos en Campeones desde edades bien tempranas ,se ve sobre todo en los pitcher de béisbol categoría escolar y en el atletismo ,el campeonismo llega a niveles tan altos que acabamos de alcanzar 20 medallas menos de oro que México y ya el Sr Becali habla que obtendremos el segundo lugar en los Panamericanos ,es que no valoramos y respetamos a nuestros rivales deportivos ? ,es que no queremos reconocer el desarrollo alcanzado por el deporte en toda nuestra America ?, y porque ir contra de muchos deportes que hoy no son del programa olímpico? cuando muchos pueblos caribeños no practican el béisbol que fue excluido del programa olímpico en una etapa ellos no hicieron campaña para sacarlos del programa de los juegos ,porque entonces nosotros hacer campaña para eliminar deportes? cuándo en realidad lo que necesitan las comunidades es más jóvenes practicando cualquier especialidad deportiva porque ello aportará a la salud del pueblo a la educación ,al combate a la violencia ,a las drogas ,al alcoholismo ,a la obesidad y al bienestar en sentido general ,por otra parte ,la equitación es un deporte olimpico ,en cuba existen numerosos amantes a este deporte y sin embargo no lo desarrollamos ,en cada pueblo de nuestros campos se pudiera desarrollar esa actividad es sólo proponérselo, veamos el deporte como forma de competir de enaltecer los valores humanos ,los valores patrios y dejemos atrás el campeonismo barato ,Felicidades a todos los atletas que compitieron en los juegos ,el sacrificio, la voluntad y el coraje también tienen un valor .
Después de gastos e una delegación de más de 700 personas en la cual alrededor de un tercio no son deportistas sin alcanzar los objetivos propuestos en medallas,lugar y retroceder en muchos deportes sin ni siquiera igualar lo logrado 4 años atrás.Opino que los escasos recursos del país debieran gastarse en un modo que beneficie más a la mayoría y aquellos culpables del retroceso den cuenta por lo gastado.Las medallas suben el ego pero la salud y educación son mucho más importante.
Yo considero que realmente, se trabajó con dignidad y más que las causas que se esgrimen en el comentario, habría que agregar, que ahí se fué a competir con otros atletas que tembién lo hicieron bien y con derecho, que los demás paises se prepararon bien como lo hicimos nosotros y que por último los pronósticos son pronósticos que pueden convertirse en reales o no, que hay que seguir estudiando a los contrarios y no dar por hecho lo que aún está por comprobar y no perder de vista la proporción poblacional, que a más población es pòsible encontrar y desarrollar más talentos y por último tener en cuenta nuestra condición de pais subdesarrollado y el bloqueado que nos corroe las entrañas…