Cuba expresó su apoyo a colocar como tema central de la Comisión de Prevención del Delito y Justicia Penal de la ONU la creciente incidencia de los delitos cibernéticos
Debido a ello se pronunció por la adopción de un instrumento internacional jurídicamente vinculante, en el marco de la ONU, que permita dar respuesta efectiva a los significativos vacíos legales que hoy se aprecian en el contexto de estos delitos.
También exhortó a atender de manera efectiva y sobre la base de la cooperación, los crecientes retos y amenazas que se enfrentan, al resaltar que la delincuencia está en continua evolución y adaptación.
Opinó que mientras el crimen organizado, el tráfico ilícito de drogas y el terrorismo se presentan como las fuentes principales de preocupación en las últimas décadas, otras formas de delincuencia, como la cibernética pasaron a planos superiores.
Reiteró que Cuba rechaza todo acto de terrorismo y condena la seria amenaza que constituyen para la paz mundial, y subrayo que jamás el territorio cubano se ha utilizado ni se utilizará, para organizar, financiar o ejecutar actos terroristas contra ningún país.
‘Estamos plenamente comprometidos con la prevención y el combate al tráfico de migrantes, y favorecemos la emigración legal, ordenada y segura; con el objetivo de que los migrantes reciban un trato digno y una atención con pleno respeto a sus derechos humanos’, expresó Ramos.
Añadió que la trata de personas, en cualquiera de sus modalidades, y el abuso sexual, constituye también un tema de máxima prioridad para el Gobierno cubano.
Igualmente, destacó el rechazo de su gobierno al establecimiento de sanciones unilaterales o categorizaciones por países, que limitan la cooperación internacional en materia de lucha contra el delito transnacional, la corrupción y el terrorismo.
Este tipo de práctica, dijo, es contraria al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
‘El enfrentamiento al delito no garantiza por sí solo su erradicación, debe ir aparejado de una permanente lucha por el establecimiento de un orden internacional más justo, democrático y equitativo’, subrayó.
Solo de esa forma, dijo, se cumplirá con los compromisos intergubernamentales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, a fin de construir y disponer de ciudades más pacíficas y prósperas.
Consideró que urge a los estados miembros implementar con mayor celeridad los compromisos contraídos tras la adopción de la Declaración de Doha, en 2015, encaminados a promover una cultura de legalidad, combatir la delincuencia, la violencia, la corrupción y el terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones.
Ramos reiteró el respaldo de Cuba al establecimiento de un mecanismo de examen para la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y sus tres Protocolos que siguen negociando los Estados Miembros.
Defendió que debe ser un mecanismo transparente, no invasivo, inclusivo, imparcial, de carácter intergubernamental y financiado, mayormente, con cargo al presupuesto regular.
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