La obra El olor de los cerezos, de la cubana Marta Acosta Álvarez se alzó con el Premio Iberoamericano Julio Cortázar en su edición XVII, entre más de 200 textos de autores de relatos cortos, residentes en todos los continentes. El acto de entrega tuvo lugar este miércoles 29, el en el capitalino centro Dulce María Loynaz en presencia de Javier Figueroa, embajador de Argentina; Miguel Barnet, presidente de la Uneac y del Premio, que ya acumula 17 años; Roberto Fernández Retamar, director de Casa de las Américas y Juan Carlos Santana, vice presidente del Instituto Cubano del Libro.
El texto de Marta, según el jurado integrado por el escritor argentino Martín Kohan y los cubanos María Elena Llana y Rafael de Águila, «nos sumerge en una atmósfera de honda tristeza y nostalgia familiar, utilizando logradamente la expresividad simbólica de elementos de la naturaleza».La autora fue parca en palabras a la hora de agradecer el codiciado premio, no obstante, manifestó sentirse emocionada y feliz por el mismo. Mi obra, dijo, tiene mucho que ver con lo que observo a diario y felicitó a los demás galardonados.
La ceremonia de premiación del certamen que también reconoció cinco menciones y una primera mención, tuvo lugar a pocos días del nacimiento del autor de Rayuela, ocasión propicia para que el intelectual cubano Roberto Fernández Retamar evocara su amistad con Cortázar a partir de su participación en 1963 como jurado del Premio Casa, de que leyera por primera vez su famosa novela y de su retorno a Cuba en 1967 para participar en las actividades de conmemoración del centenario de Rubén Darío, ocasión en que conoció a la prestigiosa intelectual lituana Ugné Karvelis, con la cual contraería después matrimonio y viviría con ella hasta los últimos días de su vida. Retamar recordó una frase que a Cortázar le gustaba repetir mucho: «la novela se gana por puntos pero en el cuento se gana por nocaut». Y felicitó por ello a Marta Acosta Álvarez.
Este certamen cuyo presidente de honor es Miguel Barnet, está auspiciado por el Instituto Cubano del Libro, la Casa de las Américas y la Uneac, con el apoyo del Ministerio de Cultura de la República Argentina y la Fundación Alia.
Creado en el año 2002 por iniciativa de la escritora, crítica literaria, traductora y diplomática lituana Ugné Karvelis (1935–2002), última esposa de Cortázar, con una frecuencia anual, con el objetivo no solo de recordar a Cortázar, sino también de estimular a los narradores de todo el mundo que escriben en lengua castellana a escribir cuento, en sus 17 ediciones ha sido ganado en doce ocasiones(incluyendo esta última premiación) por escritores del patio, y una vez por representantes de Cuba/Rusia, Uruguay, Argentina, Chile y México
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