El presidente estadounidense, Donald Trump, saludó brevemente a su homólogo ruso, Vladimir Putin, sin mostrar variaciones en las posiciones que lo llevaron al cancelar una cita bilateral
Según la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, ambos dignatarios ‘intercambiaron comentarios amables antes de la foto de familia del G20, como él (Trump) hizo con otros líderes que asistieron’, pero no más allá.
La víspera, el presidente Trump dijo que las recientes acciones de Rusia en aguas próximas a Crimea tras una incursión de embarcaciones de Ucrania fueron la ‘única razón’ por la que decidió desechar una reunión planificada con su par ruso en la cumbre del Grupo de los 20 de esta semana.
El mandatario restó importancia a la idea de que la reunión fue cancelada debido a los avances en la investigación del abogado especial Robert Mueller sobre la interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos.
La reunión planeada de Trump con Putin fue uno de los eventos más esperados en la cumbre mundial en Argentina que comenzó el viernes, pero el presidente anunció abruptamente el jueves que ya no se reuniría con el líder ruso.
Algunos en Washington sospechan que la suspensión se debió a que el ocupante de la Casa Blanca quería evitar aparecer con Putin después de que su exabogado personal, Michael Cohen, se declarara culpable de mentir al Congreso sobre los planes para construir una Torre Trump en Moscú en 2016.
La confesión de Cohen alimentó las acusaciones de que Trump buscaba hacer tratos comerciales con una potencia extranjera hostil, que presuntamente intentaba entrometerse en las elecciones de Estados Unidos, mientras él hacía campaña para ser presidente.
El fiscal especial Robert Mueller investiga si la campaña de Trump se alió con el Kremlin en esos esfuerzos.
Pese a los comentarios de Trump de que las tensiones en Ucrania fueron la única razón para no reunirse con Putin esta semana, Sanders emitió una declaración el viernes temprano culpando a la investigación de Mueller por inflamar las tensiones con Moscú.
El encuentro de los dos antagonistas iba a ser el primero desde la cumbre del pasado julio en Helsinki, y el líder ruso quería aprovecharlo para hablar sobre desarme nuclear, la lucha antiterrorista y Siria, entre otros temas.
Trump tiene previsto este sábado reunirse en Buenos Aires con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, antes de dar una conferencia de prensa y participar en una cena con su similar chino, Xi Jinping, un encuentro que despierta grades expectativas por la guerra comercial protagonizada por ambas naciones.
El jueves, el presidente estadounidense firmó un acuerdo comercial con México y Canadá, un pacto que reemplaza al Tratado de Libre Comercial de América del Norte (TLCAN) que regulaba el comercio entre estos tres países desde 1994 y que fue derribado por Trump.
Pese a críticas y el aparente consenso, aun el documento debe ser aprobado por los parlamentos de los tres países en un proceso que en el caso estadounidense puede estancarse en el Congreso.
Por otra parte, la reunión de este sábado entre Trump y su homólogo chino Xi Jinping, será el punto cimero del primer G20 en América del Sur y acaparará la atención de gobiernos, mercados y empresas por su impacto en la economía mundial.
Washington exige a Beijing poner fin a sus políticas comerciales y a la espera de acuerdo impuso aranceles que alcanzaron 300 mil millones de dólares, incluyendo 250 mil millones de dólares sobre productos chinos, y afectaron a importaciones de acero y aluminio de otros países.
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