La reunión, paralela a la VIII Cumbre de las Américas, destacó en su segunda plenaria lo que se juega en Nuestra América en la situación actual
El destacado intelectual argentino Atilio Borón hizo un análisis sobre el panorama regional de lo que llamó ‘muerte y resurrección de la Cumbre de las Américas’, a 13 años de la victoria latinoamericana que frenó el proyecto norteamericano de la Alianza de Libre Comercio de las Américas.
Dijo que, frente a la ofensiva derechista en marcha en la región, es importante tomar el camino de la unidad supranacional para enfrentar adecuadamente los desafíos que plantea la situación.
También destaco la necesidad de combatir a los que llamó ‘gobiernos neocoloniales que han optado por complacer vergonzosamente’ a Estados Unidos.
El venezolano Luis Britto hizo una notable exposición sobre la guerra de múltiples frentes desatada contra Venezuela ante los logros de su proceso bolivariano y recordó que antes hicieron lo mismo contra gobiernos de cambio en Guatemala, Cuba -en este caso sin éxito-, Chile y más recientemente Honduras y Paraguay.
Advirtió que lo que Estados Unidos hizo con esos países es lo que le han hecho, le están haciendo o le van a hacer en el futuro a aquellas naciones que opten por modelos soberanos.
Entre las acciones contra Venezuela mencionó numerosas modalidades en prácticamente todas las áreas y con el acompañamiento mediático usado para hacer verosímiles las mentiras sobre su país.
A modo de ejemplo, mencionó el tema migratorio, sobredimensionado y manipulado y señaló que, si bien es cierto que emigraron un millón cien mil venezolanos, la nación bolivariana recibió cinco millones 600 mil inmigrantes principalmente colombianos.
Por su parte, el destacado intelectual cubano Enrique Ubieta Gómez ilustró al auditorio sobre las relaciones entre su país y Estados Unidos, el impacto del agudizado bloqueo económico, financiero y comercial a la isla y la ocupación por Washington del territorio que ocupa la base naval estadounidense en Guantánamo.
Tras referirse a los antecedentes históricos de la relación La Habana-Wasghington, dijo que el problema de esa vinculación no es de democracia ni de derechos humanos ni de la vigencia del socialismo en Cuba.
El conflicto, señaló, al igual que en los que Estados Unidos ha tenido o tiene con otros países latinoamericanos, como Bolivia y Venezuela y con líderes con posibilidad de ganar las elecciones de sus naciones, encuentra su origen ‘en el carácter imperialista del vecino del norte’.
El tema de las desigualdades y autoritarismos como sostén del neoliberalismo, fue abordado por la brasileña Graciela Rodríguez, quien recibió expresiones de solidaridad con el ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, injustamente encarcelado.
Señaló la necesidad de hacer sentir el repudio a esa medida con grandes movilizaciones en demanda de la liberad del exgobernante acusado de corrupción sin pruebas sólidas.
Según la expositora, lo sucedido con Lula es producto de una maniobra que se enmarca en la estrategia que pretende impedir el avance de los gobiernos progresistas.
En la plenaria participaron también el excanciller de Ecuador Ricardo Patiño y la diputada de izquierda de ese país Gabriela Rivadeneira, quienes destacaron la necesidad de una sólida unidad que, según el primero, como no puede negar los logros de los gobiernos progresistas, los mancha para desprestigiarlos.
Ambos plantearon su posición en defensa del expresidente Rafael Correa como conductor de un exitoso proceso de cambios y criticaron lo que consideran medidas regresivas de la administración actual.
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