El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, denunció que hace unas semanas el país estaba sumido en el terror, debido a prácticas que eran desconocidas aquí como el secuestro, la tortura y el asesinato.
Terrible y no fue un caso, fueron varios los casos de nicaragüenses quemados vivos, entre ellos dos hermanos policías, terrorismo, no hay otra palabra, expresó el mandatario nicaragüense
Ortega sostuvo que así fue como explotó una bola de terrorismo en el país, cuyos primeros intentos los enemigos de la paz trataron de ejecutar cuando el incendio en la reserva Indio Maíz.
‘¿Qué hacían los enemigos de la paz? Enviar mensajes que el gobierno era el responsable del incendio, que el gobierno había provocado el incendio y ya ellos venían potenciando sus planes, planes que no eran nuevos’, subrayó.
El jefe de Estado denunció que esos planes desestabilizadores son financiados por grupos extremistas de Estados Unidos y organismos de ese país.
Ya lo venían haciendo contra el proyecto del Canal (Interoceánico), con una campaña feroz contra esa iniciativa, que ha contado -indicó- con el respaldo de la mayoría de los nicaragüenses.
Ortega recordó que los enemigos de la paz se dieron a la tarea de manipular a la población de la zona del Canal, haciéndoles creer que se les iban a arrebatar sus tierras, mintiéndoles y luego organizando marchas con ellos, para buscar como provocar levantamientos armados.
Asimismo, refirió que ya desde el año 2007, cuando el sandinismo retomó el gobierno, empezaron los agrupamientos armados en las zonas rurales.
‘Recordémoslo bien, atacando puestos de la Policía, atacando al Ejército, que combate el narcotráfico y el crimen organizado, grupos armados combinados con narcotraficantes provocando muertos del Ejército, muertos de la Policía, asesinando campesinos, asesinando niños, familias enteras’, enfatizó.
Frente a ello, Ortega refirió que el gobierno actuó con cautela para no convertir el tema en un asunto de guerra, sino ubicándolos como lo que eran, bandas delincuenciales vinculadas al narcotráfico y a los grupos extremistas de Miami y de Costa Rica.
A su vez, criticó que diversos organismos de derechos humanos abogaban entonces por esos criminales como si fueran patriotas.
El mandatario manifestó que ese plan golpista no es nuevo, se venía desarrollando, acumulando y buscando como expandirse en diferentes direcciones, hasta que encontraron la oportunidad de potenciarlo a partir del pasado 18 de abril.
‘Simplemente porque se aprobó una reforma a la seguridad social (más tarde derogada) que es imprescindible, porque si no de otra forma desparece la seguridad social y lo saben los empresarios, lo saben los pensionados, los trabajadores’, abundó.
Sin embargo, Ortega señaló que no fueron los pensionados, ni los asegurados los que salieron a protestar a las calles, sino los dirigentes de organizaciones no gubernamentales que de pronto se convirtieron en grandes defensores de los jubilados.
‘Tienen una agenda que se está moviendo continuamente con el fin de desgastar al gobierno y les pagan para eso, reciben financiamiento para eso, para buscar como desgastar al gobierno frente a cualquier medida que tome el gobierno’, denunció.
Por otra parte, dijo que estos grupos desestabilizadores no han salido por arte de magia, son fuerzas que -apostilló- están agrupadas desde hace mucho tiempo y no perdonan que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) haya retornado al gobierno por la vía electoral.
‘Y por eso guardan tanto odio, tienen odio acumulado allá y trasladan ese odio a nuevas generaciones, es terrible’, apuntó.
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