Hay noticias que cuando llegan no sorprenden mucho porque sus protagonistas están a sus alturas. Así me sucedió cuando conocí que el reconocido escritor Pedro de Jesús López Acosta recibirá, oficialmente, este 10 de diciembre la condición de Miembro Correspondiente de la Academia Cubana de la Lengua (ACuL).
Escogido entre un selecto grupo de escritores, críticos, lingüistas y profesores, empeñados en la difusión, cultivo y perfeccionamiento de la lengua española, particularmente en su variedad cubana, este autor merecedor en dos ocasiones del Premio Alejo Carpentier en Cuento (2006) y Ensayo (2014) —entre otros muchos lauros— forma parte de los cuatro nuevos integrantes de esa organización: tres extranjeros: Guillermo Rojo y Antonio Briz, de España, y Alfredo Matus Olivier, de Chile, y él como único representante cubano en esta ocasión.
El reconocimiento llega, a juicio del propio Pedro de Jesús, a raíz de su marcado interés lingüístico en investigaciones y ensayos literarios.
“Puede apreciarse, por ejemplo, en mi libro sobre Severo Sarduy, especialmente en los epígrafes donde analizo la impronta de la luz y el color en la cosmovisión y la lengua literaria de las novelas sarduyanas; o en el texto sobre la representación gráfica verbal del Himno Nacional Cubano, que saldrá en la venidera Feria del Libro, bajo el sello de Editora Abril, el cual surge de una labor filológica en el sentido más estricto del término”, dijo a este semanario.
Sin dudas, una prosa reflexiva que busca escudriñar en el lenguaje humano y las lenguas y que no abunda, en los últimos tiempos, en el corpus intelectual de nuestra nación.
Esas creaciones y otras muchas sobre temas polémicos de la sociedad han recorrido gran parte del orbe a través de prestigiosas editoriales. Por ello, ha sido invitado a eventos internacionales como la Feria de Frankfurt, Alemania, y el coloquio Cultura y sociedad, en Estados Unidos. Razones más que suficientes para que su nombre esté inscrito con mayúsculas entre lo mejor de la literatura cubana.
Pero, López Acosta no solo realiza la labor minuciosa sobre la lingüística en los textos que hoy se disfrutan al pasar las páginas, sino que hasta Radio Fomento, la emisora de la localidad, lleva sus saberes una vez por semana.
“Desde hace casi 10 años, tengo en la revista cultural de ese medio de prensa, El Jumento Ilustrado, un espacio dedicado al lenguaje. Se llama Con be de burro, y fue bautizado por el guionista y director que fundó la revista, Elvis Herrera. Tiene muchísima audiencia; y debo continuar con él, ahora en representación de la Academia Cubana de la Lengua”, añade.
Quienes apuestan por escucharlo han conocido sobre los resultados de su investigación lingüística en los últimos dos años, relacionada con el léxico cubano en las guerras decimonónicas por la independencia.
“A veces es un poco difícil exponer temas científicos de un modo comprensible para todos los oyentes, pero en esa dificultad radica uno de los retos más emocionantes. Asimismo, estoy pensando seriamente en abrir un blog personal en el que, entre otras cosas, pueda ir, a modo de bitácora, colocando lo más importante de cuanto trasmito en Con be de burro. El principal obstáculo para realizar ese proyecto es que no dispongo de conexión a Internet en casa”, dice quien exhibe en su currículo el título de Licenciado en Letras por la Universidad de La Habana y la categoría científica de Máster en Estudios Lingüísticos-Editoriales Hispánicos por la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas.
Fomento ha logrado atrapar a Pedro de Jesús y sus saberes de una forma especial. Es difícil llegar hasta ese pueblo encofrado en el Macizo de Guamuhaya y no descubrirlo en el Café Express La Modelo, rodeado de amigos o en alguna tertulia, donde el arte sea el centro.
“Espero seguir organizando talleres literarios, tanto en la Casa de Cultura como en instituciones educativas. En todos ellos siempre trabajo con herramientas para el análisis lingüístico y las enseño”, opina.
Como ya es tradición, cuando se oficializa la condición de Miembro Correspondiente de la ACuL, el seleccionado ofrece un discurso de ingreso que luego se publica en la propia página web de la organización. Pedro de Jesús compartirá con los lectores del suplemento cultural Vitrales sus palabras.
La Academia Cubana de la Lengua se fundó en 1926 y, desde el 11 de enero del 2010 se ubica en el edificio Santo Domingo, en La Habana Vieja, donde el público puede tener acceso a la sala de lectura y biblioteca, testigos de múltiples acciones.
Sus miembros, entre los que se distinguen personalidades como Miguel Barnet, Eusebio Leal, Graziella Pogolotti y Jorge Fornet, tienen entre otras responsabilidades examinar los neologismos que aparezcan, especialmente en el ámbito científico, técnico y deportivo; consultar a las otras academias sobre ellos y dar curso a estas propuestas hasta llegar a las formas que se destinen al Diccionario de la Real Academia Española (DRAE); verdaderos retos en tiempos tan convulsos cuando de utilización adecuada de la lengua se habla.
“Por lo pronto, tengo tres textos ya comenzados: el del español de Cuba en las guerras anticolonialistas del siglo XIX; una novela en la que hay mucho de la Historia de Cuba pero que no es, propiamente, histórica; y el monólogo, que quisiera ver representado, de una trabajadora social convertida en vendedora de pizzas en la zona wifi de un pueblo. Por ahora me encantaría terminar todo eso. Después, ya veré”, concluye.
A Pedro le debo mucho de lo que sé de Gramática española y literatura. Pudo haber sido maestro, porque tiene el arte de enseñar y es persistente. Le pega aquello de «La letra con sangre entra». Pero uno aprende. Toda mi generación sabe que Peter tiene este título más que merecido. Como aprendí a decir con él: es un hecho LOABLE, ENCOMIABLE, DIGNO DE ALABANZA. jjjjjj
Nos honra tener un representante provincial en tal cónclave lingüístico.