Cuba denunció este 29 de junio el oportunismo político de Estados Unidos al calificar de ataques los problemas de salud reportados por funcionarios norteamericanos en La Habana, cuando el Departamento de Estado difundió que otro diplomático padece síntomas médicos.
Mediante un comunicado, la vocera de esa agencia federal, Heather Nauert, divulgó este jueves que el último caso de padecimientos de salud corresponde a uno de dos individuos retirados de la Embajada norteamericana en la isla después de un incidente en mayo.
Al dar a conocer tal noticia, que eleva a 26 el número de personas que Washington reporta como afectadas en la capital cubana, la portavoz no proporcionó información sobre el estado o los síntomas de los empleados estadounidenses.
De acuerdo con Nauert, comunicaron al gobierno cubano de ‘este ataque’ el 29 de mayo, y las autoridades de la isla aseguraron que continuarán su investigación sobre el tema.
La insistencia de Washington en calificar de ataques los referidos incidentes se mantiene a pesar del propio reconocimiento de la parte norteamericana de que no hay conclusiones sobre las causas o responsables de lo sucedido.
En una declaración emitida el 10 de junio, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la nación caribeña ya había difundido que el 29 de mayo la Embajada estadounidense le informó sobre nuevos síntomas de salud reportados por una funcionaria como resultado de ‘sonidos indefinidos’.
De forma inmediata, el gobierno cubano le concedió la máxima prioridad al asunto y solicitó que médicos e investigadores especializados pudieran entrevistar a dicha persona, indicó la declaración.
Según el comunicado, la exhaustiva y urgente investigación llevada a cabo en las inmediaciones de la residencia no encontró indicios de sonido que pudiera provocar daños, y como sucedió con otros casos, las autoridades y especialistas cubanos no tuvieron acceso alguno a la funcionaria.
Este jueves, el director general de Estados Unidos de la cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, reiteró que el Departamento de Estado confirma sus motivaciones políticas mal concebidas cuando usa el término ataque, cuando no tiene ninguna prueba o hipótesis creíbles.
Cuba, país persistentemente agredido por Estados Unidos, tiene toda la razón para rechazar imputaciones falsas y acusaciones difamatorias, agregó en su cuenta de la red social Twitter.
De acuerdo con el funcionario, la agencia federal norteamericana no puede ocultar la manipulación política de dolencias reportadas por sus empleados.
La supuesta preocupación por la salud y seguridad se usa con oportunismo político, manifestó Fernández de Cossío, quien recordó que Washington tiene un largo historial de acudir a la manipulación política y la agresión por vías abiertas y encubiertas para lograr sus propósitos políticos y económicos.
Asimismo, reiteró que Cuba garantiza la seguridad de todos los diplomáticos extranjeros, incluidos los estadounidenses, y ha brindado toda la asistencia posible para determinar la causa de los síntomas informados.
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