Con la presencia del presidente cubano Raúl Castro Ruz quedó inaugurado en La Habana un conjunto escultórico, réplica de la primera estatua ecuestre de José Martí.
En ocasión de celebrarse el aniversario 165 del natalicio del Apóstol, y a pocas horas de que en todo el país se le rindiera homenaje durante la Marcha de las antorchas, en La Habana Vieja fue develada esa efigie exactamente igual que la original, expuesta en el Parque Central de Nueva York.
La ceremonia contó con la presencia de un nutrido grupo de norteamericanos y cubanos residentes en ese país, quienes contribuyeron a hacer realidad este hermoso proyecto, junto a otras instituciones y personalidades.
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El monumento es una réplica exacta de uno erigido en Estados Unidos hace 60 años por la escultora norteamericana Anna Hyatt Huntington (1876-1973), que puede apreciarse en el Parque Central de Nueva York desde 1965, y más de un centenar de donantes de varios países hicieron posible su llegada a La Habana.
A la ceremonia de inauguración de la estatua asistieron el presidente cubano, Raúl Castro, miembros de su gobierno y pueblo, así como representantes de la alcaldía de la ciudad de Nueva York y del Museo del Bronx, instituciones que brindaron apoyo vital al proyecto.
En ocasión de celebrarse el aniversario 165 del natalicio del Apóstol, el fideicomizario del Museo del Bronx, Joseph Mizzi, ponderó la amistad cultivada entre ambos pueblos durante las numerosas gestiones para hacer posible la réplica y traslado, algo en lo cual trabajó incansablemente la estadounidense Holly Block, recientemente fallecida.
Block dirigía la pinacoteca newyorkina y pese a ser diagnosticada de una enfermedad fatal, se mantuvo comprometida con el proyecto hasta su defunción hace unos meses.
Un representante de la alcaldía de Nueva York, José Velázquez, leyó un mensaje del alcalde de esa urbe, Bill de Blasio, en el cual recordó la alta concentración de emigrantes en la ciudad desde los inicios muy diversa.
La estatua icónica del patriota y escritor cubano José Martí, que se yergue en el Parque Central, ha sido una fuente de inspiración y empoderamiento para generaciones de newyorkinos cubanos, afirmó.
De acuerdo con el mensaje, la inauguración este domingo de la reproducción del monumento en La Habana no solo marca el 165 aniversario del natalicio de Martí sino también asegura que su legado histórico en la búsqueda de la independencia sea compartido con las nuevas generaciones.
Por su parte, el historiador de la ciudad de La Habana, Eusebio Leal, elogió el sentido estético de la obra, la serenidad en el rostro del héroe, la concepción poética, la belleza del conjunto de 10,70 metros de altura en su totalidad, emplazado próximo a la entrada de la bahía de la capital.
En palabras del académico, la pieza evoca a Martí en el acto de su supremo sacrificio por la causa que escogió como una motivación para su vida.
Hay serenidad en su rostro, hay hermosura en el conjunto en que la bestia pisotea hierbas y lirios, quizás evocando aquellas palabras que siempre consideré la íntima premonición de su sacrificio: ‘mi verso crecerá bajo la hierba y yo también creceré’, rememoró el historiador.
La escultura representa una probable escena del 19 de mayo de 1895, día en que el Apóstol cayó en combate en una zona del oriente cubano conocida como Dos Ríos.
Apenas calentaba el sol cuando sublime ceremonia y encendido verbo, trenzados a la vera de sendas esculturas ecuestres de egregios héroes, rendían tributo al Apóstol, y las almas de los que desde muy lejos contemplábamos, se insuflaban de amor patrio; pero ya en la calle, la banalidad cotidiana, exacerbada en domingo, hería la dignidad del día.