Al decir del Historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal, la obra deviene un homenaje de la nación cubana a una de sus hijas más destacadas, que ha colocado en el sitial más alto posible el nombre del país.
El académico ponderó la recreación en bronce de un espíritu excepcional y, según distinguió, nadie en su tierra ha recibido tan alto honor en vida.
Los más importantes pensadores cubanos a lo largo de décadas se han expresado de Alicia Alonso como de algo esencial en el nervio acerado de la cubanía, afirmó a pocos metros de la propia artista.
De acuerdo con Leal, el nombre de Fernando Alonso se encuentra también unido al de ella pues sin ese binomio tan importante no tendríamos ballet para la gloria, no actual, sino futura de Cuba.
La escultura de bronce se encuentra ubicada en el descanso de la escalera de una de las entradas del teatro fundado hace 180 años.
El historiador recordó que Alonso posee la máxima condecoración concedida por el gobierno de la isla: la Orden José Martí, y que el título de prima ballerina assoluta indica el logró de todas las perfecciones posibles en su arte.
De las cualidades de Alonso, Leal resaltó la serenidad, el aplomo, la sencillez, una vocación heroica y la férrea voluntad para crear y dejar a su Patria y al mundo una escuela.
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