El baloncesto espirituano encestó dos noticias casi al unísono e hizo otra vez historia cuando esta semana ganó dos boletos a la Liga Superior de Baloncesto femenino en las dos modalidades de este deporte: el 3×3 y el tradicional de cinco.
Lo hizo en el Torneo Nacional de Ascenso de la zona central, que tuvo por sede la Sala Yara de esta ciudad en una “maratón” competitiva que casi deja sin aliento a las participantes de las cuatro provincias involucradas. El primer boleto llegó en el 3×3 al liderar invictas 6-0 en encuentros jugados durante los días de descanso de su “hermano mayor”, a razón de tres partidos en una misma jornada, al punto de que en 11 fechas se desarrollaron 15 encuentros.
Vital en ese desempeño fueron las actuaciones de Eyleen Gilbert, subcampeona centroamericana de esa propia modalidad, y la internacional y también subcampeona centroamericana de Barranquilla en el básquet tradicional de cinco Yamara Amargo.
Además de ponderar el saldo colectivo, Gilbert llamó la atención sobre el exigente calendario: “Es una experiencia nueva de insertar el 3×3 en los torneos de ascenso, pero hay que hacer ajustes en el calendario para que se juegue con más calidad y las atletas lleguen en mejores condiciones. Jugué los dos y es muy fuerte, incluso me lesioné, pero lo importante es que estaremos en la Liga en los dos baloncestos y aún somos las campeonas del cinco”.
El otro boleto llegó sin terminarse el calendario oficial, pues, a falta de los dos partidos finales, ya las actuales campeonas nacionales tenían el boleto garantizado y también el primer lugar, al llegar a las seis victorias necesarias para la clasificación cuando aplastaron a Villa Clara 88-48. Aparte del aporte de Gilbert y Amargo, quien tras lograr el boleto se alista para cumplir su contratación en El Salvador, resultó vital la contribución colectiva, pues se les dio juego a las 12 integrantes, incluidas las más jóvenes, según lo reconoce Heriberto González, director del conjunto.
“En sentido general las muchachas trabajaron bien, se ha hecho una labor en colectivo, no ha existido como en otras ocasiones una atleta que haya definido las cosas, con la excepción de Yamara, pero las muchachitas se nuclearon alrededor de ella, en las dos modalidades, siempre estuvieron muy dispuestas, a pesar del agotamiento y el cansancio. Ahora nos enfocaremos en la preparación, somos el campeón nacional y eso te da un extra”, apunta.
Cerradas las cortinas de este torneo, en el que Ciego de Ávila ganó el otro boleto por la zona central, Margaro Pedroso, representante de la comisión nacional, expuso: “El torneo es importante porque da la posibilidad de que se desarrollen figuras jóvenes, y las de mejores rendimientos pueden integrar la preselección nacional y el resto puede ser refuerzo. Sobre la inserción del 3×3, algunos lo hemos visto muy rígido porque son las mismas jugadoras y hay mucho gasto energético, no hay tiempo de recuperación, la comisión nacional y la técnica debemos sentarnos a analizar en qué momento insertarlo para que no se perjudique ni uno ni el otro”.
Elogió la sede espirituana “por su hospitalidad, todo el mundo estuvo al tanto de los pormenores, las condiciones de vida fueron buenas y la sala está apta para jugar el baloncesto de este nivel”.
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