Una amiga y educadora, además, me comentó alarmada sobre cierta conversación que escuchó entre dos madres; una de ellas expresó que no sabía la nota final de su hijo en cierta asignatura y, seguidamente, atropelló hasta a la franqueza misma al argumentar que, de cualquier modo, el muchacho tenía ciudadanía española.
La situación descrita puede analizarse desde disímiles enfoques, porque a veces un fenómeno social se ramifica y siempre es mejor ver todos los tonos posibles que quedarse con el blanco y el negro.
Afirma Liset López Francisco, socióloga y máster en Historia de la Formación Nacional, que la familia es el principal ente socializador y eslabón en la formación de los hijos, de ahí que las decisiones de estos sean en ocasiones el reflejo de la educación del hogar.
Al respecto, la entrevistada expone que cuando el salario no satisface las necesidades de los individuos, entonces se concibe el proyecto de vida de los hijos fuera de la frontera nacional como una alternativa y la posibilidad de viajar se convierte en sinónimo de triunfo no solo con la perspectiva de emigrar, sino para acumular riquezas que aseguren un estatus económico y mayor nivel de vida dentro del propio país.
Hasta este punto, para nada es criticable que las personas aspiren a la prosperidad; sin embargo, considero erróneo que alguien asuma que la posibilidad de abordar un avión lo libere de su responsabilidad individual de instruirse, de cultivar el intelecto, como si el conocimiento fuera un equipaje que se queda en la terminal del aeropuerto.
Con la apertura que significó la actualización de la política migratoria en enero del 2013, por solo remontarnos al más reciente punto de partida, los ejemplos de los cubanos que residen temporalmente en el exterior se multiplican y, que se sepa, la mayoría anhela agenciarse un buen trabajo.
Dicho en extracto: lo que uno ha sido capaz de aprehender en la vida —bien gracias a un título de grado12, técnico de nivel medio o profesional—, puede convertirse en la base para conseguir un empleo, lo mismo en Guyana o Sudáfrica que en Rusia.
Sí, también es cierto que muchos no ejercen lo que una vez estudiaron; pero, ¿quién puede negar que el estudio proporciona habilidades y herramientas para abrirse paso ante los obstáculos de la vida, para ejercitar la capacidad de análisis ante las disyuntivas y tomar las mejores decisiones?
Claro que sujetar con “horquillas” un párrafo de memoria, como decían mis maestros, no es estudiar y tampoco ganará en astucia quien desconoce cómo descubrir las causas y condiciones que dieron lugar a un hecho e, incluso, quien no se empape de cultura universal, y ni hablar de las puertas que abren los idiomas o las Matemáticas.
El conocimiento genera confianza en uno mismo y de los demás hacia nosotros; la sabiduría suscita además entendimiento hacia el mundo y la realidad que nos rodea, sea cual fuere la latitud de nuestros pies.
Con ciudadanía o sin ella, nuestra motivación para capacitarnos refleja autovaloración y optimismo. No tenemos los seres humanos el modo de adivinar el futuro, por más que algunos oficios nos lancen augurios, y la vida se empeña casi siempre en ponernos imprevistos; sin embargo, podemos sacarle ventaja a lo que está por venir siempre y cuando intentemos descifrar los caminos de la sapiencia.
Tal parece que hay una política de brazos cruzados con los ladrones de cerebros. Con este lleva y trae de los repatriados y la compra de propiedades sin vivirlas, e introducir neveras y aires acondicionados al país (todo para vender), se facilita la idea del sueño americano. Con esos truenos, se siguen llevando los médicos y enfermeros a saco. ¿eso no se controla?.
Solamente darle un «sustico» a estos «repa» del negocio para dejar claras las cosas.
La opinión de esa mamá demuestra que el alto grado de escolarización que nuestro país ha garantizado es solo un número, pues esa mamá demuesta su poco conocimiento y su poca cultura general. Ese niño tiene ciudadanía española, pero, ¿tiene un futuro garantizado en ese país?, de seguro que no. La escolaridad y el conocimiento le hará falta en cualquier parte del mundo en que viva, de lo contrario barrerá las calles de Madrid o limpiará fondillos de viejos jubilados en Barcelona. Lástima no sepan aprovechar la enseñanza que acá se nos ofrece gratis.