El Coral de Luis Alejandro Yero

Con «Los viejos heraldos» el espirituano se alzó con el Premio Coral en la categoría de cortometraje documental del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que concluye este domingo

Festival Cine, La Habana
El Festival entregó este viernes sus Premios. (Foto: PL)
Festival Cine, La Habana
El Festival entregó este viernes sus Premios. (Foto: PL)

“Creo que tenía 14 años, vivía en Sancti Spíritus y mi padre me llevó a La Habana para conocer la ciudad, y de paso, ir al Festival de Cine. No recuerdo ninguna película, solo detalles sueltos como lo inmensas que me parecían las calles… Las cosas tiernas de guajiros. Desde entonces, siempre he estado en La Habana en cada festival”; carta de presentación se encuentra al dar un clic en la página personal de Facebook de Luis Alejandro Yero Monteagudo, un joven que en esta edición del evento del séptimo arte más importante de Cuba ocupa el otro lado de los asientos de las salas oscuras.

“Si hubiese conservado todas las credenciales y las dispusiera cronológicamente, cierta memoria emotiva podría desprenderse. El adolescente cinéfilo, el aprendiz de periodista que nunca quiso ser periodista, el feliz —y finalmente— estudiante de Cine. Este año asisto como director de dos películas”. Esas declaraciones llegan de la pluma de quien estudió Periodismo, quizá por compromiso con la familia, pero que desde mucho antes de culminar la carrera en la Facultad de Comunicación, en la capital del país, sabía que lo suyo estaba en la creación artística del mundo de los sonidos, los colores, el silencio… la gran pantalla.

Y no desaprovechó la oportunidad en la actual edición 40 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano —aunque no es su primera vez en concursos de alto nivel—, tras su graduación hace solo meses en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños. Hasta el gran suceso que acapara la mirada de todo un continente y mucho más allá, este joven apostó por la presentación de Los viejos heraldos, en la categoría de Documental, y El cementerio se alumbra, en la sección Vanguardias.

Cine, festival, La Habana, Luis Alejandro Yero
Para Luis Alejandro asistir como director al Festival de Cine resulta cumplir uno de sus mayores anhelos. (Foto de su perfil de Facebook)

“Han pasado 15 años de aquel muchacho que iba a La Habana por primera vez. Existe un cuento muy cómico y kitsch en esto. Y también, uno entrañable. Como tengan el ánimo de verlo… Será emocionante estar por primera vez al otro lado de los asientos en el festival con el que fui creciendo”, concluye así el post de promoción de lo que sin dudas es uno de los momentos más esperados por este espirituano de cuna, tanto en el plano personal como profesional,.

Aún con los aires de la academia, Luis Alejandro se ha atrevido con pulso filme a develar en El cementerio… que la vida y la muerte van de la mano. Inquietante sensación, como lo denominó el jurado de la Competencia Internacional del 33 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, donde obtuvo el lauro como mejor cortometraje latinoamericano.

“Lo filmé cuando estudiaba en la escuela de cine de San Antonio de los Baños. Es la exploración de un pueblito incidiendo durante la filmación en los gestos de los habitantes como si fuera la última vez que fueran a ocurrir. Cada movimiento parece como si fuera el último, una especie de subsistencia”, dice sobre su argumento.

Desafiante reto en 14 minutos de narrativa para quien comienza en un camino cargado de subjetividades e interpretaciones de un público exigente y la crítica especializada.

Con un guion coescrito por Yero Monteagudo junto con la chilena Natalia Medina, graduada en Bellas Artes, quien también se encargó de la fotografía del material, El cementerio se alumbra fue exhibido con éxito a lo largo de este año en el XV Festival Internacional de Cine Documental Documenta Madrid y en el Olhar de Cinema, Curitiba International Film Festival, en Brasil.

Mientras que en Los viejos heraldos la cámara fabrica, gracias a una fotografía en blanco y negro, dos universos: la cotidianidad de Tata y Esperanza, dos ancianos que viven en el campo, y la publicación en la televisión de las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular el pasado mes de abril, cuando fue electo como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

“Conviven en una especie de oasis y desde una mirada muy personal miran la elección del nuevo Presidente de Cuba, un hecho que nos marca por ser el principio y el fin de una era para todos nosotros”, considera el autor.

Los 23 minutos de este, su segundo documental, gestado, realizado y producido aún como estudiante, fue estrenado recientemente en el International Documentary Film Festival, en Amsterdam, Holanda, el evento de este tipo más importante del mundo, donde recibió las palmas de quienes saben reconocer el valor de la estética cubana.

Cuando este domingo concluya el XL Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en La Habana, Luis Alejandro Yero Monteagudo cerrará un ciclo de su vida. Mas, al unísono, abrirá otro, desde la experiencia de la dirección cinematográfica que no encuentra fin en proyectos y anhelos para llevar a la gran pantalla.

Lisandra Gómez Guerra

Texto de Lisandra Gómez Guerra
Doctora en Ciencias de la Comunicación. Reportera de Radio Sancti Spíritus y corresponsal del periódico Juventud Rebelde. Especializada en temas culturales.

Comentario

  1. Felicidades mi campeón, yo se que tu brillas con luz propia, tu tiita linda

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *